Tal y como publicamos en Diario16, un análisis de las comunicaciones del partido de Leonel Fernández y de los discursos de éste indicarían que, presuntamente, podrían estar utilizando el Big Data como elemento para determinar los contenidos a transmitir.
Por otro lado, Leonel también estaría aplicando principios propagandísticos que fueron aplicados en la Europa de los años 30 del siglo XX, lo cual es un verdadero cóctel molotov para el régimen de derechos y libertades que rige República Dominicana que está siendo potenciado por Luis Abinader, tal y como se comprueba con las cifras y el reconocimiento internacional a su nuevo modo de gobernar.
Esta mezcla del Big Data y de principios de propagada es muy peligroso para la democracia dominicana porque el partido de Leonel sabría casi en tiempo real a qué grupos mandar o colocar sus mensajes, porque todos los datos se han sacado de esos mismos grupos. República Dominicana, a diferencia de otros países latinoamericanos, no está llena de populistas, por muchos que haya, sino que, en un periodo de crisis como el que se vive, Fuerza del Pueblo estaría colocando bien sus mensajes gracias, presuntamente, al Big Data. Saben lo que tienen que decir y, algo que es más importante, cómo decirlo. Y esto lo está aplicando Leonel en sus discursos.
Los tiempos de crisis suelen ser los mejores escenarios para el surgimiento de los liderazgos que se autoproclaman transformadores. En República Dominicana se han juntado Leonel Fernández y los rescoldos nostálgicos del liderazgo del PLD, lo que es un mal síntoma, sobre todo porque en este partido hay figuras capacitadas para liderar una oposición responsable y que están quedando en el olvido.
Eso también está medido en el Big Data y los populistas lo utilizan. Saben si hay que dar más presencia o no a sus principales dirigentes. Da la sensación de que a Fuerza del Pueblo no le hace falta sufrir el desgaste de estar constantemente en los medios de comunicación y seguir subiendo. Salen cuando hace falta sin tener que ejercer un liderazgo con autoridad. La que podría llamarse «internacional trumpista» está digitalizada gracias a los modelos de acción política liderados por tipos como Steve Bannon.