El agua en la Región de Murcia es un tema fundamental que durante décadas ha sido utilizado por el Partido Popular para sacar rédito político. A pesar de ser un político joven, Fernando López Miras parece que pretende continuar con la estrategia de frentismo. Eso sí, siempre que no gobierne el PP porque cuando los conservadores ocupan la Moncloa la sumisión y el silencio suele ser la constante en los dirigentes murcianos, salvo que la presión social les obligue participar en las movilizaciones del pueblo murciano. Una de las cosas que más daño ha hecho a la Región de Murcia fueron las pancartas de «Agua para todos» que colgaban de muchos ayuntamientos e instituciones públicas.
En un acto de inauguración de las instalaciones de la comunidad de regantes de Cañadas de San Pedro, Fernando López Miras, en vez de ponerse en la vanguardia del consenso para lograr un pacto nacional del agua, ha decidido lanzar un desafío directo al Gobierno de Pedro Sánchez y, por extensión, a su representante en la Región, al Delegado de Gobierno, Diego Conesa.
En concreto, Fernando López Miras ha dicho que «los gobiernos que no quieran trasvases ni un acuerdo nacional para solucionar el problema del agua, me van a tener enfrente». Para defender ese argumento frentista ha vuelto a echar mano de las declaraciones de Pedro Sánchez sobre el Trasvase Tajo-Segura o las de Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, acerca del cambio de la política de trasvases.
En su fanatismo trasvasista que no reconoce como válidas otras opciones para solucionar los problemas hídricos de la Región de Murcia, López Miras ha afirmado que «estaré luchando para que el acuerdo nacional del agua sea una realidad y que haya trasvases».
Con una actitud tan similar a la de Albert Rivera en repetir y repetir reivindicaciones, ¿cómo pretende López Miras que se llegue a un gran pacto nacional del agua basado en el consenso? Para poder llegar a un consenso es necesario saber escuchar y el fanatismo suele cerrar los oídos.