Hay oficios que hacen sentirse orgulloso de la vida y otros que transforman la vida en un verdadero infierno, ya sea por la propia idiosincrasia de los mismos, ya sea por la manera de llevarlos a efecto. Sin embargo, el peor de los oficios que puede ejercer un ser humano es el de traidor y hay muchos caminos para convertirse en tal cosa.
Por eso en Diario16 nos enorgullecemos de nuestra libertad y de nuestra independencia, pero, sobre todo, de no traicionar estos valores que son implícitos al periodismo, porque hacerlo sería traicionar a nuestros y nuestras lectoras, a los militantes de Diario16 que lo mínimo que esperan de nosotros y de nosotras es, precisamente, el respeto a los valores y al espíritu de esta histórica cabecera.
Es evidente que en los tiempos que corren ser libres e independientes tiene un coste importante para todos los que formamos parte de un proyecto que tiene la historia de su parte pero que va haciendo historia en cada artículo que se publica. La libertad y la independencia nos cuesta a todos y a todas, a las y los redactores, a los y las directivas, a todos y todas sin excepción. Sin embargo, no vamos a renunciar a ello, no podemos renunciar a nuestra libertad ni a nuestra independencia porque hacerlo nos convertiría en traidores.
El Banco de Santander nos retiró la publicidad por el trabajo que Diario16 está haciendo sobre el Banco Popular. ¿Le ha servido de algo? No porque nosotros y nosotras continuamos en la defensa de unos valores que van más allá del sometimiento a dictaduras públicas y privadas. Habrá quien esté dispuesto a asumir ese precio y vender la libertad es el peor modelo de corrupción que hay, mucho más que el político.
En este medio ningún directivo o directiva jamás invitará a cenar a políticos y políticas, empresarios y empresarias, que hoy están en el foco más luminoso de la corrupción de este país y que están copando la actualidad. Eso no es periodismo. Será otra cosa. Serán relaciones comerciales o públicas, pero periodismo no. Habrá quien apoye estos métodos pero que se lo piensen porque quien consume algo así puede llegar a dejar el plato lleno y levantarse de la mesa en el mismo tiempo en que antes se recibían abrazos.
Diario16, por esa libertad, por esa independencia, por esa ética, respetará siempre a todos los estamentos públicos, por supuesto a las Fuerzas de Seguridad del Estado, sin embargo, también respetamos el respeto de los estamentos públicos a las voluntades de los pueblos. Por respetar no podíamos dejar de respetar el trabajo que en libertad y desde el respeto y la veracidad de una idea o un pensamiento que cualquier redactor o redactora de Diario16 transmita con razón sin miedo su opinión, su investigación, su trabajo desde la ética y la libertad con dignidad. Los errores son humanos. Lo humano nos diferencia de lo divino y sólo los divinos están exentos de no errar.
Al pueblo sólo se le abre el camino de la libertad respetando lo que somos y cumpliendo con nuestra obligación: controlar al poder, venga de donde venga, sea cual sea. Desde luego, se niega ese camino traicionando valores fundamentales.