Lo bueno que tiene Ciudadanos es que siempre deja un “cuñado” de guardia para hacer más tolerables los días de hastío veraniego de la prensa de guardia. Es algo que habría que agradecerles sumamente porque, en un día sin mucha cosa que rascar (las compañeras y compañeros de deportes tienen donde elegir), ofrecen una muestra más de descaro político, de demagogia y de insultos a la inteligencia de la ciudadanía media. Cierto es que el fuerte calor de agosto reblandece los sesos y no se hacen esfuerzos por pensar demasiado, pero de ahí a hacer ciertas declaraciones que se quieren introducir mediante una gracieta hay un largo trecho. Tanto como el que hay de creerse los amos del mundo al estar mendigando votos en las encuestas como les pasa a Albert Rivera y sus muchachos de la secta naranja.
El “cuñado de guardia” esta vez ha sido el portavoz adjunto de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, César Zafra. Debe ser que desde que llevaron por delante los señores del dinero Las Mañanas de Cuatro no ha encontrado su sitio en el mundo, porque decir lo que ha dicho sólo puede ser producto de un calentón veraniego, o la falta de pantalla. Eso sí, no recuerda el gol que les han colado en Arroyomolinos con el alcalde de su formación en actividades sumamente irregulares. Él que ha tejido esa red tan tupida de comisarios políticos debe estar preocupado. El caso es que ha pedido a Pedro Sánchez que “salga de ese narcisismo político en el que ha entrado”. Le parece al “cuñado de guardia” que el presidente del Gobierno “sólo se dedica a mirarse en el espejo por lo que sólo ve su reflejo que está manchado porque no hace nada”.
Dos apreciaciones en la gracieta para que Zafra replantee sus chistes y los vaya mejorando. Uno, Narciso se miraba en un río y se gustó tanto que al ir a abrazarse a su reflejo murió, por lo que igual sería bueno para los intereses de Ciudadanos dejar a Sánchez que se vea mucho en el espejo o en un río y acabe como Narciso. Parece que va siendo la única oportunidad de acercarse al poder que va a tener Ciudadanos. Partido que tiene al PP comiéndole la tostada política todos los días. De hecho a Rivera se le ve agotado por perseguir a Pablo Casado para ser más de derechas que él y más cuñado. Y dos, si el espejo está manchado el reflejo no será perfecto y Sánchez no se mirará en él. Se verá feo y con imperfecciones y claro, él no puede aguantar eso y cambiaría de espejo.
Más bien lo que les sucede a la gente de Ciudadanos es que les han cambiado el espejo a ellos. Como sucedía en los espejos que había (y hay) en el callejón de Álvarez Gato, donde las famosas bravas, y que utilizase acertadamente Ramón María del Valle Inclán, el reflejo de la formación naranja ha tornado a esperpento. Con Sánchez en el gobierno, diciendo que va a hacer de todo (ya veremos que acaba haciendo), haciendo demagogia desde el poder, y Casado como neo-conservador y dejándose querer por los poderes económicos, Rivera y las gentes de esa secta que es Ciudadanos se han quedado sin espacio político, salvo para ser el hazmerreír del país. El Esperpento político de España. Que ya lo eran pero ahora se les nota más para la gran mayoría de las personas.
“Si cree que puede hacerlo mejor que los anteriores gobiernos, que haga cosas y no solo dé patadas hacia adelante, y si lo único que quiere es ser presidente, que convoque elecciones y ya veremos si el CIS es de verdad o de mentira” ha dicho César Zafra. Desde una formación de derechas, neoliberal y cuñadista es normal que restaurar la dignidad de los asesinados en la dictadura les parezca dar patadas adelante. En Ciudadanos, por cierto, se han negado a dejar de recortar 5.000 millones de euros para que el Gobierno haga algo. El problema está en que en Ciudadanos quieren recortar, o hacer que recortan, para entregar los servicios públicos a la fracción financiera y energética del bloque en el poder. Por eso apoyan las VTC frente a los dignos y dignas taxistas. Quieren saquear lo público en favor de sus amos capitalistas. Por eso cualquier movimiento del gobierno que no vaya encaminado a saquear, a la acumulación por desposesión de lo público, es dar patadas hacia delante. Al fin y al cabo son populistas del Ibex-35.
No hace mucho, hablando de los migrantes, por ejemplo, a Rivera no le parecían honrados, el otro día acudió a hacerse fotos. Lo curioso es que en ningún momento habló de la labor magnífica de Salvamento Marítimo y las penurias que están soportando. No tienen tantos votos como Guardia Civil y Policía Nacional y por eso no les interesan. Su imagen de salvapatrias, que tanto ha estado ensayando frente al espejo por cierto, no queda igual con un Guardia Civil que con un currante de la mar que rescata a los migrantes. También tener a los aparatos represivos del Estado de su lado (eso intenta) no es mala idea por lo poco que le gusta la democracia y la pluralidad, como se ha denunciado aquí.
Rivera y su muchachada naranja tienen el gafe del perdedor, tienen envidia y celos del nuevo chico de la derecha española, saben que van en picado (no porque lo digan las encuestas del CIS, que no se las cree nadie) porque la gente se ha cansado de ellos. Hasta Juan Marín, que no ha dicho ni mu en toda la legislatura, ahora parece que se enfada (pero de broma eso sí) con Susana Díaz en Andalucía. Saben que con suerte serán los escuderos de PP o PSOE, pero ya nunca más el gran Narciso de la política española, y el mayor cuñado, tocará la poltrona máxima. (Una acotación si se pasase al PP y ganase unas primarias sin manipular igual algún día remoto) El partido que no ha dejado de mirarse el ombligo y decir que eran los mejores, que todo lo que se hacía en gestión era gracias a ellos (aunque estén en la oposición), que sabía que Rivera obligó a Urano y Gea a procrear, que ha hecho del cuñadismo un arma política, ahora dice que Sánchez es narcisista. Lo es, pero no en el sentido que quieren darle, porque ni gracia tienen para ello.