Una semana plagada de noticias convergentes en el sector financiero y con un mismo resultado: ganan los de siempre. En este caso el beneficiado es la fracción financiera del bloque en el poder, la verdadera clase dominante en el mundo. Con el poder suficiente como para hacer doblar el brazo a un gobierno como el español. José Luis Ábalos, con una mirada social e intentando paralizar el alza desproporcionada de los precios de los alquileres, debido no sólo a los pisos turísticos, sino a una especulación un tanto más diversa, vio como la ministra de Economía impedía el acuerdo con Podemos para poner un techo a los precios. No hubo una sublevación de los arrendadores individuales y particulares, sino que uno de esos fondos, llamados buitre, tuvo una charla con Nadia Calviño para ejercer el poder de verdad, el de la clase dominante.
Blackstone, la mayor empresa mundial de gestión de inversiones alternativas, como ha desvelado El Mundo, inició contactos con los técnicos del ministerio de Fomento que les recomendaron la utilización de la vía política. Viendo que el borrador de la Ley de Alquileres no se modificaba, optaron por contactar con la ministra de Economía a la que conocían de su paso por la Unión Europea. Así Luis Martí, de la dirección de Política Económica, con las órdenes de la superioridad ejerció la presión y ejecutó los deseos de los fondos de inversión. Habían advertido que retirarían las inversiones y en el ministerio de Economía, muy acostumbrados a transigir con los lobbies del dinero en la UE, se achantaron. Nada como servir a los amos para tener un futuro asegurado. Esta vez no fue la Troika la que impidió que se estableciese un límite al precio de los alquileres para ayudar a las personas, sino quienes manda en realidad, la fracción financiera.
Ya saben los españoles que, da igual el color del Gobierno que se encuentre en Moncloa, el resultado será casi similar, plegarse a los deseos de la clase dominante. Una clase dominante que no está haciendo más que proteger sus inversiones temporales. Como ha explicado en varias ocasiones el pensador David Harvey, siempre que existe una crisis financiera o industrial, el dinero de los que tienen dinero busca reflotarse mediante las inversiones urbanísticas e inmobiliarias. Eso está haciendo Blackstone en España reflotar sus cuentas de ingresos mediante la compra a la baja de inversiones urbanísticas. Tony James de Blackstone lo ha explicado con claridad: “Nuestro modelo de negocios es invertir en cosas que la gente no puede comprar y vender en mercados líquidos”. Todo ello con el objetivo de obtener la “máxima rentabilidad”. Guardar el dinero en ladrillo ya construido, lo que permite a los bancos quitarse activos “tóxicos”, y obtener fondos mediante su alquiler o venta rápida y desagregada a otras empresas es una forma de tener el dinero a buen recaudo con plusvalías y a la espera de nuevas inversiones. Por eso, el fondo estadounidense se ha hecho con Testa, comprándole el 25% a BBVA y el 24% a Acciona, la socimi que es la mayor plataforma de alquiler residencial en España con cerca de 10.000 viviendas. No podían permitir que un ministro “rojeras” les fastidiase el negocio y lo han conseguido.
De Blackrock, que no es fondo buitre sino un gestor de fondos con inversiones más duraderas, se puede decir tres cuartos de lo mismo. Controla a las empresas más importantes del Ibex-35 con el 9% del Banco de Santander, casi el 5% del BBVA, el 3,88% de Telefónica, el 3,2% de ACS, el 9% de Gamesa, el 6,2% de IAG (Iberia), el 3,59% de Euskaltel o el 3% de Técnicas Reunidas entre otras muchas. Su pretensión no es comprar y vender rápido sino obtener beneficios no sólo por la subida de las acciones de las empresas participadas sino por los dividendos. Blackrock tiene unos activos por valor de 4,46 billones de euros y es el mayor gestor de fondos del mundo. Como se puede comprender según su lógica no están para perder dinero por culpa de algún gobierno con ideas sociales. Gracias a Luis de Guindos, que al fin y al cabo era un hombre de esas gestoras de fondos, un hombre de la fracción financiera y dominante, consiguieron entrar en el capital de todas esas empresas ya que desde el ministerio de Economía se ahogaba a las cotizadas españolas a fin de conseguir poner en manos de Blackrock, por ejemplo, una gran cantidad de empresas. Hoy en día persisten en el poder y no parece probable que vayan a verse afectadas.
Todo esto demuestra que es complicado hacer una política social, y menos aún socialista, cuando el poder de la fracción dominante se encuentra en todos los intersticios del poder político del Estado. Se comprueba que las relaciones de producción no es que afecten al Estado sino que él mismo es partícipe de esas relaciones de reproducción de las condiciones sociales del sistema. El Gobierno, sea cual sea su color, se ve forzado a una lucha contra esas fuerzas generadas en las relaciones establecidas entre el poder de la clase dominante, básicamente económico, y el poder del Gobierno, que también tiene sus propias luchas dentro del Estado, pues el cuerpo funcionarial y no sólo gubernativo mantiene relaciones con ese poder económico para ayudar a la propia reproducción de las relaciones sociales. La valentía de Ábalos por plasmar legislativamente algo que es de justicia social, y cuyos técnicos ministeriales apoyaron, se vio frenada por quien tiene el mando en plaza en el Gobierno, Calviño que es la señora de negro en el Gobierno. Lo curioso es que se persista, en cierto modo, en la paralización de la inversión en infraestructuras que daría oxígeno al sistema económico. Informaremos.