Es extraña la paradoja –tal vez por ello sea paradoja- del silencio de la mayoría de los medios de comunicación de la derecha sobre el ascenso de Vox en diversas encuestas. Como se dijo la semana pasada, al albur de la pelea interna del PP, se vienen manipulando los datos de los sondeos en contra de la formación verde, pero no es sólo eso. Hay un manifiesto silenzio stampa en esa parte diestra de la prensa con respecto a casi todo lo que es Vox. Se habla en términos de discurso, de actos públicos, de acción política en general… se acogen a la anécdota, al chisme fácil tal y como hacen los medios de “izquierdas”.
Lo mejor, en el momento en que Vox comenzó a asomar la cabeza, era no dar pie a ninguno de sus mensajes. El algoritmo les favorecía (y favorece). Nadie quiso hacer caso porque es más divertido y vende más lanzar una campaña antifascista. Una campaña que nadie, salvo los muy adoctrinados, cree en España. Se ha demostrado en las distintas campañas electorales desde que Susana Díaz cometió la torpeza cuando perdió la Junta de Andalucía. Ahora, una vez que están asimilados por el sistema, ya no es tiempo de esconder nada… salvo en la prensa de derechas, lo que no deja de asombrar.
Vox da miedo al PP
En el interior del PP no están las aguas calmadas. No es sólo el problema de Madrid donde, al fin y al cabo, es una provincia más pero con mucho millones a repartir entre los medios de comunicación de derechas… y de izquierdas (que para poner el cazo se tragan sus prejuicios). Tiene más repercusión mediática por el centralismo periodístico que no quiere saber nada más allá de Aranjuez –mejor para los medios regionales-, pero no es el único sitio donde a Pablo Casado no le soportan. Cada cual en su región tiene sondeos propios que, asombrosamente, difieren en algunos aspectos con los que publican los medios de comunicación (recuérdese que se hacen muy pocas entrevistas y son casi las mismas que se hacen a nivel regional por lo que las muestras son más creíbles al nivel intermedio).
Esas otras encuestas, a alguna se ha tenido acceso, están comenzando a generar miedo entre las dirigencias peperas allende Madrid. Miedo, no tanto a perder la mamandurria como a perder la capacidad de influencia y creación de estructuras de fieles (con salario público). La preocupación no es de un Moreno Bonilla o de un Feijóo, esos tienen salidas, sino de los cargos que están por debajo y son los que controlan las redes clientelares. Pese a que son malos estratégicamente hablando, temen que Vox les quite en diputaciones, mancomunidades (¿Han leído la pelea por una pedanía en Murcia?), ayuntamientos y demás estructuras estatales como indican las encuestas internas.
Si no se sabe, no crecen más
No consta que exista una orden en sí sobre el silenzio stampa contra Vox, pero es obvio que, salvo en las cuestiones que son coincidentes –el libertarismo económico-, con Vox se ha pasado de un apoyo más o menos crítico a una tolerancia –no pueden perder todos sus lectores- silenciosa. Si no se sabe que suben en encuestas, si se esconden sus propuestas y sus acciones el PP no pierde apoyo por su derecha. En la reciente manipulación de las sentencias del Tribunal Constitucional –manipulación porque no dicen que se recomienda haber aplicado algo más restrictivo como el estado de excepción- no se ha dicho que el “triunfo” era de Vox. Es más, se ha dado voz al PP para hacerle supuesto vencedor.
Es tal la situación que hasta se permiten titular los mediáticos columnistas de la derecha sus artículos de esta forma: “Ya nadie habla de Vox”. El columnista se lamenta porque hablar de Vox da votos, supuestamente, al PP y no hablar se los quita por las peleas internas. Y el acto multitudinario de Santiago Abascal acallado en los medios de derechas, salvo alguno puntual. Cierto que Bieito Rubido entrevistó al jefe de Vox en El debate –aparenta que con Casado mantiene alguna tirantez-, pero es casi una excepción que acaba por dar pábulo a las quejas del apagón informativo en los medios de derechas y que tan bien les sirve para la victimización. Eso sí, el fallecimiento del concejal del partido en Puertollano sí la lanzan todos… debe ser para quedar bien y prevenir para futuras subvenciones (o ¿es que conocían González Espinosa?).
Encuestas regionales muy distintas a las nacionales
Como ya se dijo, es curioso como las encuestas nacionales tan sólo dan a Vox uno o dos escaños más, mientras que las encuestas regionales les dan aumento en todas las regiones. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, aumentan en ocho sus diputados, en Castilla-La Mancha entran en las Cortes, en Andalucía se aumentan sus diputados (aunque no se sabe bien cuántos porque Elías Bendodo las manipula que da gusto) y resulta que en España se quedan igual. El único partido que pierde siempre es el PSOE (¿raro, no?) salvo en tierras manchegas (algo que también es significativo).
Cabe preguntar entonces ¿cómo es posible que teniendo una lealtad mayor Vox no sea capaz de romper el porcentaje de apoyos y que el PP no obtenga tantos? Ya se dijo que mediante la manipulación (voluntaria e involuntaria) y por el silenciamiento de Vox. Seguramente la mayoría de personas de izquierdas estén contentas con ese silenciamiento (aunque no dejen de darles publicidad en redes sociales haciendo que les critican); seguramente los peperos estén contentos; pero en términos democráticos observar la manipulación a la que se somete a la ciudadanía es tremendo. Porque no se hace por una cuestión ética –se carece de ello en muchos casos-, sino por una cuestión partidista y económica. Así que, por muchos golpes de pecho que se den algunos, quien maneja el dinero público tiene la capacidad de condicionar a la prensa. Y eso sí que da miedo.