El futuro de Duro Felguera es cada vez más oscuro. No hablamos sólo de su largo penar en la bolsa que llevó a la CNMV a suspender la cotización de la compañía asturiana. Tampoco nos referimos a los movimientos estratégicos del pool bancario encabezado por el Banco de Santander que no tienen otro fin que obtener el cobro de una deuda que quedaría saldada con la propia deuda que acumula la epecista con diferentes países en base al desguace del Grupo y a hacerse con activos tecnológicos que supongan una mejora de las cuentas de resultados de la entidad que acumula el mayor porcentaje de deuda. Los ataques más virulentos que está sufriendo Duro Felguera, por mucho que pueda sorprender, provienen del propio Consejo de Administración actual y, más en concreto, de su presidente, el señor Acacio Rodríguez.
En Diario16 ya indicamos cómo el actual presidente está realizando negociaciones de venta de activos y de empresas filiales al margen del Consejo de Administración. Esto fue lo que ocurrió con las sedes de Duro Felguera en Madrid en la que Acacio Rodríguez simplemente presentó la operación de venta para que fuera aprobado por el Consejo y con la amenaza de que el valor de dichos movimientos tendría que ser avalado por los consejeros en el caso de oponerse. Si las operaciones fueran positivas para la epecista asturiana y en base al mejor precio ofertado, estos movimientos podrían ser lógicos. Sin embargo, es todo lo contrario puesto que la venta de las sedes se ejecutó sobre ofertas que no eran las mejores.
Sin embargo, los movimientos de Acacio Rodríguez no acaban ahí. Según diferentes fuentes cercanas a la compañía asturiana consultadas por Diario16, la misma estrategia que con la venta de las sedes es la que está implementando con las filiales estratégicas de Duro Felguera: Rail, DF Núcleo o DF Epicom. Estas compañías están en proceso de venta o han sido vendidas a empresas que han realizado ofertas muy inferiores. ¿Se está llevando comisiones el señor Rodríguez por realizar operaciones que van en contra de los intereses de la compañía que preside? ¿Por qué el pool bancario está permitiendo esos movimientos?
Esta situación ha provocado una alta tensión en el Consejo de Administración de Duro Felguera que ha terminado con la dimisión de Antonio Camps, Javier Sierra Villa y de María Teresa Arias que representaban a los máximos accionistas, es decir, las familias Álvarez Arrojo y Arias. Sin embargo, el anterior presidente, a pesar de haberse negado a firmar las cuentas de 2.017, se mantiene en el Consejo como consejero dominical y sin poderes ejecutivos. ¿Por qué Del Valle sigue a pesar de que los consejeros que representaban a su familia han dimitido?
Según fuentes muy cercanas a Duro Felguera consultadas por este medio, Acacio Rodriguez también está realizando otros movimientos, pero no solo, con una ayuda muy importante que desvelaremos en breve. Estos movimientos están presuntamente encaminados a comprar la deuda que Venezuela tiene con Duro Felguera para, de este modo, convertirse en acreedores de la epecista. Esa compra de deuda iría, posiblemente, acompañada del cobro de algún tipo de comisión.
Esta operación se realiza en el marco de las buenas relaciones de Acacio Rodríguez con el entorno del exministro chavista Rafael Ramírez, un hombre que está perseguido y reclamado por la Justicia de varios países por diferentes delitos de corrupción y blanqueo de capitales, entre otros. Según fuentes consultadas por Diario16, un ejemplo de la relación fue la operación cerrada por Acacio Rodríguez con la República Bolivariana de Venezuela a través de la esposa de Ramírez, Beatrice Sansó, y que fue intermediada por Nervis Villalobos, un hombre que actualmente está en prisión reclamado por Estados Unidos. Esa operación es la que propició la demanda contra los dos anteriores presidentes de Duro Felguera en la que aparecen los cobros recibidos por Villalobos en bancos suizos en concepto de comisión. Sin embargo, hay un 0,5% de esas comisiones que no están computadas en las cuentas de Duro Felguera y que no se sabe dónde está ese dinero ni adónde fue ni quién lo cobró.
Respecto a Nervis Villalobos, según hemos podido saber a través de distintas fuentes, su situación en la cárcel es muy delicada. A causa del estrés generado por la prisión ha engordado 25 kilos y está dispuesto a colaborar con la Fiscalía General del Estado. Esta colaboración se sustanciaría a través de la exposición de todos los aspectos de la corrupción en PDVSA, de cómo han conseguido el dinero los venezolanos que se enriquecieron del chavismo y que actualmente están invirtiendo en empresas españolas de distintos sectores, de cómo se está financiando a la oposición venezolana a través de operaciones empresariales y políticas de las que, presuntamente, no serían ajenos el señor Acacio Rodríguez o familiares directos de altos dirigentes del Partido Popular. Villalobos también estaría dispuesto a desvelar los entramados societarios y cómo el dinero de la corrupción venezolana se mueve a través de redes de empresas en Hong Kong, Luxemburgo o Suiza y las sociedades que se encargan de esta labor.
La situación en la que se encuentra Nervis Villalobos es consecuencia de la protección que tuvo en este país por ser la persona que servía de mediador entre los principales familiares de opositores venezolanos, entre los que, según nuestras fuentes, se encuentra el padre de Leopoldo López, y esos empresarios que se enriquecieron con la corrupción durante el chavismo y que viven a sus anchas en España con la protección de la derecha de este país. El hecho de que Villalobos esté dispuesto a hablar es un problema para todo este entramado porque hará públicas las relaciones de dirigentes del Partido Popular, de sus familiares y de Ciudadanos —su presidente es cliente habitual del gimnasio propiedad de una familia que tuvo mucho poder durante el chavismo— con estos venezolanos y los métodos de financiación de la oposición. Además, en esa declaración se sustanciará la responsabilidad de la operación de Venezuela de Duro Felguera, el presunto papel jugado por Acacio Rodríguez y quién se ha llevado ese 0,5% que no está computado en las cuentas de la compañía asturiana.
No es normal que ante toda esta situación, tanto la que se está generando en Duro Felguera como los movimientos de antiguos dirigentes chavistas en España, ni la Justicia ni la política se hayan implicado en ello. Respecto a nuestro tercer poder, es sorprendente cómo en otros asuntos está ejecutando una diligencia inaudita, mientras que las demandas interpuestas contra estos corruptos venezolanos siguen durmiendo el sueño de los justos en nuestros juzgados. Lo mismo puede decirse sobre la no intervención de oficio contra los movimientos ejecutados por personajes como Miguel Zorita, entre otros, para destruir a una de las empresas que era referencia del sector epecista mundial y favorecer, de este modo, los intereses de las élites financieras españolas.
Respecto a la política, ya incidimos en varias ocasiones en la sorprendente pasividad del gobierno del Principado de Asturias respecto a la situación de Duro Felguera, un gobierno de izquierdas al que se le supone la defensa de los derechos de los trabajadores y de los ciudadanos de Asturias. No se ha hecho nada y se van a perder los empleos de Duro. Del Partido Popular, de Foro Asturias o de Ciudadanos no se esperaba nada porque la derecha de este país siempre estará alineada con los intereses de las élites financieras antes que con las del pueblo. Sin embargo, tanto PSOE, como IU y Podemos deberían haber presionado en su momento para solucionar la situación. Ahora ya es demasiado tarde y Duro Felguera está a las puertas de destruir más de 2.000 empleos.