Además de “presidente encargado”, de sinsorgo (“Persona sosa, sin interés, o que intenta hacer gracia y no lo consigue”) mayor del reino y saltarse el confinamiento todo lo que le ha dado la gana, Pablo Casado ha aprovechado los últimos tiempos para hacerse con una buena colección de títulos, de profesiones, de conocimientos que no se encuentran al alcance de cualquiera. Mediante un proceso de ósmosis el presidente del PP ha logrado reunir un currículum como nadie a lo largo de la historia. Los siete sabios de Grecia no son más que una simple nota a pie de página de todos los saberes y conocimientos que ha acumulado semejante ser. Y todo sin la necesidad de acudir a facultad alguna, simplemente por el proceso comentado es capaz de saber más de química que un químico, más de medicina que un médico, más de biotecnología que una biotecnóloga, más de ingeniería (agroalimentaria, industrial, naval, etc.) que una ingeniera, más de todo que cualquiera que hay dedicado esfuerzo y tesón en estudiar. Él lo ha conseguido todo sin esfuerzo alguno, por ósmosis, incluso sabe más de lo agrario que las propias personas del campo. Aquí verán los muchos conocimientos adquiridos en los últimos tiempos mientras ustedes estaban confinados o se dejaban las pestañas estudiando.
Casado viticultor Casado ingeniero de quesos Casado enseñando cómo hacer el aceite
Como pueden ver en las imágenes que acompañan este artículo, no sólo ha aprendido todo de biotecnología Casado, sino que es un experto en Hospedería, en ingeniería agroalimentaria (sabe diferencias a las churras de las merinas y conoce a la perfección los métodos de alimentación y establo para que se desarrollen de la mejor forma posible), en antropología (sí con leer a Harari ya sabe toda la antropología que se pueda saber) o, cómo no, en medicina. De hecho esto último lo lleva directamente en la sangre, le sale por los poros, y todo porque, sin necesidad de haber cogido un manual de medicina, como su familia es del ramo él ya sabe todo lo que hay que saber. Por eso da lecciones de ello a quien haga falta, incluso a los propios médicos. Ramón y Cajal (señor Casado es sólo una persona por si acaso) no hubiera obtenido el Nobel si Casado llega a nacer antes. El problema de esto es que se lo jalean y le hacen creer que con esas palabras, con esa soberbia, con esos discursos las personas van a creer que está dotado de todos esos conocimientos, cuando la realidad es que no pasa de nesciente.
Casado y el tractor de Aitor Casado crítico de arte
Pero no piensen que sólo tiene esos títulos, sin necesidad de pasar por la Universidad…, vamos como los otros. También es experto en todo lo relacionado con la fabricación de aceite, de vino (hasta, como se puede ver en la imagen, se permite valorar el punto exacto de la uva palpando un racimo), de queso (con sólo verlo de lejos sabe si es bueno o no) o de cualquier otra rama agrícola. Se monta en el tractor y se hace la faena de siete personas en media si es menester. También es sindicalista y sabe más que nadie sobre la protección de los derechos de la clase trabajadora (no es broma que lo ha dicho en su momento) y en la fábrica de Renault, como se puede ver en la imagen adjunta, hasta se permitió hacer ver al ingeniero que la cadena de producción no funcionaba correctamente. Y si es necesario también sabe de fármacos, que para eso visitó una empresa del sector y mediante la ósmosis aprendió todo. Para rematar, no sólo es un intelectual que lee libros en inglés, sino que es un experto en el conocimiento estético del arte y del mundo. Roger Scruton un aprendiz a su lado, tanto en lo de ser un político conservador como en lo de Estética. Nadie sabe más que él porque él todo lo sabe, por ciencia infusa eso sí.
Casado farmaceútico Casado ingeniero automotriz Casado sindicalista
La realidad es que sobre sus estudios hay más que fundadas sospechas y sobre sus escritos, hay que volver a recordar, no son más que un plagio tras otro. Todo en Casado es impostado o artificial. Cada día que pasa se ajando los disfraces y las escenografías que le buscan y va mostrándose como el incapaz que realmente es. No admitirá jamás eso, sino todo lo contrario, se cree tocado por la varita del destino para llevar España a fundirse con su destino en lo universal. Por el camino no hace otra cosa que dar la turra a las personas con sus conocimientos inexistentes pero expresados como cualquier cuñado apoyado en barra de bar. Cuando habla, de cualquier tema, lo hace con la soberbia, que no suficiencia, de aquel que tiene algún tipo de trauma psicológico, pero con la cínica intención de tratar de convencer a la mayoría de que sabe mucho más que nadie. Porque él (en su cabeza este “él” se escribe con mayúsculas) reúne dentro de su cabeza todos los conocimientos posibles. Jamás le habrán escuchado decir que sobre tal o cual tema no sabe, siempre sabe sobre todo aunque haga el ridículo y le moleste que se lo afeen. En este tiempo de pandemia, en su cabeza al menos, mientras todos han aguantado el estrés del confinamiento como mejor han podido o sabido, Casado estaba sacándose seis carreras, tres másteres y un doctorado en biotecnología molecular. No saben apreciar sus capacidades. Igual porque carece de ellas en casi su totalidad (sabe de dar codazos dentro del PP que ya esa algo). Habrá que estar ojo avizor para ver cuál es el siguiente disfraz y la nueva carrera que obtiene en media hora. Mientras tanto sonrían y no piensen que ese ser podría estar gobernando.
Para rematar el artículo conviene recordar que también es chef tres estrellas Michelin.