Una buena parte de la afición del Atlético de Madrid torció el gesto al saber que el dúo prescrito de los usurpadores del club iban a seguir al mando de la SAD. Desde que David Vinuesa dijo que el equipo rojiblanco estaba vendido al fondo de inversión Apollo, las especulaciones sobre el futuro se dispararon y la rumorología se extendió por todas partes. Que si era solo la ampliación de capital, que si no estaba cerrado sino que estaban en la primera fase de negociación, que si era otro fondo, que si esto, que si lo otro. El único que manejaba la información buena era el periodista de Libertad Digital —medio en el que, por fin, dan una noticia— y todo lo expuesto ha sido tal y como lo contó. Es importante recalcarlo porque ahora vendrán todos a ponerse medallas y estaban, como en otras cosas, a verlas venir.
Se hacen con la mayoría de las acciones y acudirán a la ampliación de capital, proporcionalmente al peso con el que van a quedar en el accionariado —que no se sabe realmente cómo será, aunque dicen que el dúo quedará con un 10% de las futuras acciones, pero ¿y Quantum Pacific? Algunas cifras de los rumores no cuadran—, para las inversiones en infraestructuras y… se supone que en las deportivas. El proceso se completará cuando los organismos futbolísticos y reguladores den su visto bueno. Se espera que Javier Tebas no ponga pegas, aunque nadie se puede fiar del valedor del duopolio deportivo, y que en la RFEF se callarán y no dirán nada. Salvo que el Gobierno quiera tocar las narices por ser un fondo estadounidense y ya se sabe lo que pasa entre las Casas Blancas y Moncloa.
A muchos, porque entre el aficionado rojiblanco hay mucho gilista también, no les habrá gustado que Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo permanezcan al frente de la institución un tiempo más. Dicen los empresariólogos que es lo habitual en este tipo de operaciones. Sí, puede ser, pero gustar, no gusta un pelo porque se sabe perfectamente de qué pie cojean los usurpadores. De hecho, como es conocido, no pusieron un euro —en aquellos tiempos pesetas— para comprarlo, a más quitaron la propiedad del estadio al equipo y le cobraban alquiler, Gil se inventaba deudas para sacar dinero de las cuentas rojiblancas, caso negritos, fichajes inflados por comisiones, etcétera. Ahora, por cierto, en la ampliación de capital tampoco van a poner dinero sino que utilizarán el que les den por sus acciones para la ampliación. Un Gil y un Cerezo nunca ponen dinero, son algo así como Roberto Gómez con las comidas pero en el fútbol de poner dinero.
Tener que aguantar las tonterías de Cerezo antes de los partidos, en esas comidas a las que parece que llega tajado; o a Gil Marín hablando de gestión social se va a hacer muy largo. En realidad, y puesto que parece que Mateu Alemany ha llegado para controlar de verdad la SAD, si se pudiesen ir cuanto antes mejor. Son demasiados años ya de chanchullos, de destrucción del estadio y plantillas, de negocios raros y oscuros, de hacerse ricos a costa del club, que da enorme pereza seguir viéndoles. Algunos miran con recelo pues no se sabe qué harán los nuevos propietarios. Lo primero es seguro que cuidar la inversión de verdad. Si desean vender a medio plazo querrán que el patrimonio y lo deportivo aumenten. Lo segundo es que en cuanto vean los chanchullos de La Liga y cómo se maneja la UEFA utilizarán el soft power para reencauzar la situación. Nadie pone 2,000 millones de euros para que un cualquiera te mande árbitros infames o te chuleen penaltis. Porque, pese a la opinión que se pueda tener de los fondos de inversión, estos tipos se han estudiado todo y saben que hay un maligno y demás.
Algunos puede decir que si se va el gilismo se irá el Cholo Simeone. Pues si se va por una supuesta amistad con Gil Marín, adiós. El Atleti está muy por encima de esta gente. Pero si los nuevos propietarios meten pasta, los fichajes los hace un tipo normal como Alemany ¿creen que el Cholo se va a marchar si le mejoran realmente la plantilla? Si así fuese, ha tenido engañada a la afición mucho tiempo y parecería que selo ha estado llevando muerto.
No han salido todavía pero este cambio en la mayoría de la propiedad es un pasito para que los usurpadores abandonen el Atleti. Aquellos que estafaron a la afición —recuerden que hubo una subida enorme en los abonos para que muchos socios se diesen de baja—, aquellos que han hecho un daño terrible al equipo —¿cuántos años no se ha estado cachondeando, a veces con razón, del equipo cualquier pelagatos de provincias?—, aquellos que se han cargado a periodistas porque no les reían las gracias —no solo el Maligno, Gil Marín también tiene sus muertos en los armarios—, aquellos que nada más que se han aprovechado del Atleti —ni les gustará el fútbol y a saber si alguno es del Atleti—, aquellos, deben salir cuanto antes para que comience algo nuevo. Y como sucede con lo novedoso, habrá cierto pánico, expectativas excesivas, miedo, pero de lo que se puede estar seguro es que un Atleti sin Giles es mejor, siempre.
















