El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, es partidario de que los países democráticos que conforman la Organización de Estados Americanos (OEA), trabajen de forma conjunta frente a la actual crisis que impacta al mundo, con el firme propósito de asegurar la sostenibilidad y, más específicamente, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Así lo expresaba hace unos días en la V Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Desarrollo Social, cuyo lema es el fortaleciendo de la cooperación hemisférica hacia la reconstrucción resiliente y el desarrollo Social sostenible en las Américas.
Y es que los gobiernos de la región se han enfrentado con el escenario de una pandemia que paralizó la economía mundial, provocando serios déficits y dificultades de sostenibilidad financiera. Bajo estas difíciles circunstancias han quedado al descubierto las grandes inequidades sociales y económicas originadas por deudas históricas y políticas sociales a menudo insuficientes y poco resilientes, como también el choque climático que representa un alto costo en el PIB para estos países.
Esta coyuntura de incertidumbre por los prolongados efectos de la pandemia del COVID-19, el impacto global de la guerra en Europa y los embates de fenómenos naturales provocados por el cambio climático afecta a todas las naciones del mundo, hoy en un estado de vulnerabilidad latente que compromete el normal desarrollo de sus proyectos de país.
Desde que Luis Abinader asumió las riendas del Estado en 2020, ha centrado su trabajo en dos grandes ámbitos: primero, en la rápida recuperación de la actividad económica y el empleo en el país, en comparación con las pérdidas que significaron la epidemia del COVID-19 y, segundo, en mejorar la atención social a través de una nueva estrategia de superación de la pobreza y la vulnerabilidad, que promueve la resiliencia de la población en condición de vulnerabilidad desde un abordaje multisectorial que permite la salida de la pobreza y prevenir que nuevas personas caigan en ella.
Su gobierno ha puesto en marcha medidas tendentes a combatir las desigualdades, robusteciendo el Estado de bienestar para garantizar de esa forma el futuro de las próximas generaciones. Entre esas medidas destaca la afiliación de 2 millones de ciudadanos al seguro familiar de salud del régimen subsidiado, alcanzando con ello una cobertura de un poco más de 98 % de la población total.
Asimismo, ha iniciado varios programas masivos de reconstrucción de viviendas de bajos recursos y mejora del acceso del servicio de agua y saneamiento en el país. De hecho, está impulsando el programa más grande de entrega de títulos de propiedad de viviendas y terrenos favoreciendo a la población con mayor vulnerabilidad social.
Abinader ha introducido nuevos componentes para la inserción laboral y productiva y el emprendimiento de las mujeres como población beneficiaria. También, el aumento de la cobertura de estos programas duplicando el monto de la ayuda condicional directa, incluyendo el programa Aliméntate y los subsidios al uso de combustible para cocinar y el pago de la electricidad.
A pesar de los envites de ha seguido trabajando en el fortalecimiento del sistema de protección social, lo que ha implicado declarar como prioritaria la conformación del Registro Social Universal de Hogares y el Registro Único de Beneficiarios para la mejor asignación de recursos públicos. Adicionalmente, estamos en proceso de consolidación del Sistema de Pago de la Administradora de Subsidios Sociales.
Otra iniciativa del presidente Luis Abinader es la creación del Programa Oportunidad 14-24, como una estrategia integral para brindar oportunidades a jóvenes que ni estudian ni trabajan, para que puedan insertarse de forma segura en el mundo laboral y el sector formal de nuestra economía a través de capacitaciones formativas y otros programas, con la finalidad de alejarlos de caminos poco beneficiosos para su futuro. A finales de 2022, habrá un total de 100 centros del programa Oportunidad 14-24 distribuidos en todo el territorio nacional.
Otra de las cuestiones de máxima importancia para el Gobierno de Luis Abinader es el aumento que ha alcanzado el país respecto a su capacidad de respuesta ante los fenómenos naturales gracias a la articulación del Sistema de Protección Social en conjunto con instituciones de manejo de desastres, con instrumentos adaptativos para responder a emergencias, pudiendo identificar en poco tiempo a los afectados, de rápida expansión y con mecanismos de pagos eficientes.
República Dominicana es ejemplo gracias a las respuestas que desde la protección social adaptativa ha venido implementando. Experiencias compartidas solidariamente en foros de países homólogos que han permitido coordinar planes en conjunto para la prevención y mitigación de desastres.
Con la llegada del huracán Fiona quedó claro. El programa “Transformando Mi País” ha permitido reconstruir viviendas, entregar bonos familiares y de vivienda, así como donaciones de medicamentos de alto costo en todo el país. Además, se han implementado programas de estudios y pasantías universitarias y otros apoyos para las personas en condiciones de vulnerabilidad social.
Hoy por hoy, se puede afirmar, sin ambages, que solo un gobierno en República Dominicana y su presidente Luis Abinader han sido capaces de devolver la ilusión a las dominicanas y los dominicanos en un tiempo record, acometiendo aquellas actuaciones de las que adolecía el país, tras la herencia de desgobierno dejada por el PLD.