Estar al lado del pueblo, escuchar de boca de los ciudadanos sus preocupaciones, es fundamental en momentos de crisis, sobre todo si se quiere actuar de manera rápida y eficiente, apuntando las medidas hacia los problemas más prioritarios. Este es un modo de buena gobernanza que el presidente de República Dominicana está poniendo en práctica.
Tras el paso del huracán Fiona, Luis Abinader se puso las botas y las embarró en aquellos lugares más afectados. Habló con los ciudadanos, vio sus casas, las aceras llenas de enseres, las calles todavía inundadas y comprobó los desperfectos en infraestructuras vitales para la vida de las personas.
A su regreso a Santo Domingo, Abinader ya comenzó a actuar. Tenía no sólo la información contenida en los informes, sino la que le había transmitido su pueblo y la que había contemplado con sus propios ojos. Un presidente responsable no puede cruzarse de brazos ante el sufrimiento de su ciudadanía. Por eso, Abinader empezó a actuar rápidamente poniendo a pleno rendimiento todas las estructuras del Estado.
Todo ello, además, con absoluta transparencia porque, apenas 48 horas después de que el huracán Fiona pasara por República Dominicana, ya estaba dando cuentas públicas a la nación tanto de la situación como de las medidas ya implementadas, pero no en una comparecencia pública, sino ante los medios de comunicación que pudieron preguntar al presidente sin ningún tipo de cortapisa. Respeto al pueblo y respeto a la democracia.
Abinader fue contundente en que no van a cesar las ayudas hasta recuperar todos los daños provocados en las áreas más afectadas: viviendas, agricultura, electricidad, agua potable e infraestructuras viales.
El presidente dominicano informó que a lo largo de este fin de semana se va a realizar una jornada especial de reconstrucción de viviendas, que abarcan un total de 8.300 hogares, 5.500 corresponden de la zona este y 2.800 al nordeste. Además se entregará una ayuda especial a los municipios para que intervengan otros mil techos de viviendas en dos partidas. Estos fondos son adicionales a los casi dos millones de dólares distribuidos ya a los ayuntamientos y distritos municipales.
Grandes avances en la recuperación de infraestructuras
Luis Abinader no ha frenado en su impulso para que los ciudadanos de las provincias afectadas por Fiona puedan recuperar su vida en el menor tiempo posible. Para ello también es fundamental la recuperación de las infraestructuras. En apenas 48 horas el tráfico vial ya había sido reestablecido en un 85% y el suministro eléctrico ya se había recuperado en un 90% en determinadas áreas, un 60% en Higüey, el 80 % en La Romana y el 90 % en Hato Mayor, El Seibo y San Pedro de Macorís. Respecto al suministro de agua potable, ya había sido reestablecido en un 40%.
Respecto a la distribución alimentaria, en estos días tras el paso del huracán Fiona, se habían distribuido más de 200.000 raciones de comida caliente y enseres del hogar en las zonas afectadas.
Esto supone la confirmación de que Abinader está con su pueblo y que gobierna por y para su ciudadanía. En un momento así no importan ni las herencias envenenadas recibidas, ni el populismo de quienes quieren retornar al poder al precio que sea, ni las consecuencias importadas de las crisis globales. Para Abinader, lo prioritario es su pueblo y, en consecuencia, manchó sus botas del mismo barro que pisa la gente y está actuando en consecuencia, con la libertad que da saber que se está cumpliendo con el deber impuesto por la ciudadanía que no es otro que velar por los intereses de todos y enfrentarse con humanidad, sentido democrático y transparencia a los problemas reales del pueblo dominicano.