Más de 100 actores, músicos, escritores y directores han firmado un compromiso de apoyo de la cantante pop neozelandesa Lorde después de ser duramente criticada por cancelar un concierto en Israel.
Ese compromiso, que fue publicado como carta abierta en The Guardian el pasado viernes, fue firmada por artistas como Mark Ruffalo, Peter Gabriel, Roger Waters, Viggo Mortensen, Tom Morello, John Cusack, Julie Christie, Shepard Fairey, Eve Ensler, Angela Davis, Talib Kweli y James Schamus.
Lorde fue noticia desde que canceló un concierto programado para junio en Tel Aviv atendiendo las llamadas de activistas en el movimiento de boicot, desinversión y sanción (BDS).
La carta de apoyo llegó en respuesta a una página de publicidad publicada en el Washington Post que atacó a Lorde por su decisión. El anuncio fue patrocinado por Word Values Network, una organización dirigida por Shmuley Boteach, partidario del presidente Donald Trump, cuyos principales donantes incluyen al financiador de asentamientos ilegales, Sheldon Adelson, una organización a la que es muy afín José María Aznar.
«Escribimos en apoyo de Lorde, quien hizo pública su decisión de no actuar en Israel y ahora ha sido tildada de «fanática» en un anuncio de página completa en el Washington Post«, decía la carta.
«Shmuley Boteach, el autor y promotor del anuncio, apoya los asentamientos ilegales de Israel y escribió el mes pasado sobre Breitbart para agradecer a Donald Trump por ‘electrificar al mundo’ con su reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel en desafío al derecho internacional. No tiene nada que enseñar a artistas sobre los derechos humanos. Deploramos las tácticas intimidatorias que se utilizan para defender la injusticia contra los palestinos y para reprimir la libertad de conciencia de un artista. Apoyamos el derecho de Lorde a tomar una posición», agregó.
En los últimos años, varios otros artistas como Lauryn Hill, Talib Kweli y Cat Power han cancelado espectáculos en Israel en apoyo de BDS.
El boicot y la desinversión son herramientas tradicionales que se utilizan en apoyo de la justicia social y las causas de los derechos humanos, incluido el movimiento de los Derechos Civiles de los EE. UU., y la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, que inspiraron al movimiento BDS.