A día de hoy es imposible saber con una mínima certeza qué ocurrirá en las elecciones castellano-leonesas del 13 de febrero. Según las encuestas serias la derecha tendría curules de sobra para gobernar; según el CIS, que hace más encuestas, va a estar reñida la batalla electoral; y según los sondeos digitales (herramienta no muy elaborada aún) algunos van a sacar más escaños que los que realmente hay en las Cortes. Esa incertidumbre (por algo José María Aznar ha salido a la ofensiva) permite que la campaña electoral sea más decisiva que en otras ocasiones.
Si normalmente, a estas alturas del partido, el 70% de los que piensan ir a votar ya saben en qué sentido lo harán, lo interesante va a ser la movilización de ese 30% restante y todo el abstencionista que duda. Mucho se está hablando de las plataformas provinciales como movilizadoras, incluso Ciudadanos obtendría nimia representación, pero todo ese voto “no decisivo” pende de un hilo. Para votar a ex de Ciudadanos mejor votar a los originales o a otros partidos. Las plataformas provinciales conseguirán muchos apoyos pero ¿suficientes?
Casado está haciendo la campaña a Vox
Si en Vox impiden que Javier Ortega Smith vuelva a hablar, tendrán mucho ganado porque el PP se pega un tiro todos los días. Por mucho simbolismo que se quiera, el Cid no es un elemento que esté inserto en el inconsciente colectivo español, más allá de la cuestión histórica. No es movilizador y es más bien patético. Frente a esto está Pablo Casado que no hay día en que no suelte alguna estupidez, de las gordas además, que haga sentir vergüenza hasta a los propios votantes de derechas. Si a eso se le suma que se sube a cualquier tractor que ve –hasta que alguno le dé una pedrada con toda la razón-, pues el ridículo es total.
Disfrazarse, como hacen todos los cargos del PP, para aparentar ser rural puede dar dos votos en Ojos Albos, pero en las capitales de provincia y en las ciudades medianas y grandes se sorprenden. Entre otras cosas porque nadie viste así, ni para ir a faenar, ni para ir a misa. La ropa “rural” del barrio de Salamanca no es tendencia en la España periférica. Las pellizas de algunos de Vox tampoco, pero en el partido identitario están construyendo imagen que es algo distinto. Lo del PP, más allá de esos agricultores que madrugan para ordeñar vacas (Casado dixit), es importar tendencias.
Vox pica piedra a todas horas
El PP cuenta con los medios regionales, ABC, La razón, El debate (según el día), el BOE del PP-El mundo, El independiente, más las televisiones nacionales y la regional. Frente a eso es complicado hacer una campaña en un terreno tan extenso y con tan poca población. Aun así han decidido picar piedra. Están, el candidato y los cargos nacionales, yendo por toda la región. Recorriendo pueblos y ciudades para captar los votos cara a cara. Algo que en el PP igual no valoran porque son más de estar en los despachos a sus cosas de compra de primarias y otros chanchullos, pero que es eficaz si se hace con naturalidad.
Susana Díaz contaba, contaba en un corrillo con periodistas, que la campaña constante de Javier Arenas por toda Andalucía con su atril portátil les obligó a poner a todas las consejerías a contraprogramar actos. Eso contando con Canal Sur y demás medios rendidos a los pies de la jefa. Esta táctica es la que están empleando en Vox, y no desde ahora, mientras Casado está a las vacas y las ovejas nada más. Normal que Aznar le haya dado un colleja verbal. Hasta desde la atalaya de su prepotencia ve lo que sucede. Un día es Macarena Olona, otro Jorge Buxadé, al otro Iván Espinosa de los Monteros… Para rematar con los mítines más grandes del presidente de Vox.
Reunión con los identitarios de Europa
Algo ha debido molestar la reunión de los partidos identitarios de la Unión Europea junto a Vox porque todos los medios de derechas han saltado a criticarlo. Hace poco, en estas mismas páginas, se ofreció una entrevista con el pensador Jesús Sebastián-Lorente donde dejaba claro que la confrontación política sería entre identitarios y globalistas. ¿De qué han hablado Santiago Abascal, Viktor Orban, Marine Le Pen y demás dirigentes europeos? De lucha entre identitarismo y globalismo, entre la soberanía de los pueblos de Europa y las políticas globalistas de las élites.
Casado intenta decir cosas identitarias para aparentar pero le acaba saliendo el globalista que tiene dentro. Normal que hable de la creación de la nación española en un tiempo donde no había ese tipo de sentimiento (recuérdese que el sentido nacional llega con la Ilustración y el Romanticismo). Las Hispanidad cristiana (que se le olvida a Casado el sentido cristiano de las contiendas españolas) sí es de la época pero eso se lo ha copiado a Abascal. Lo importante no es el pasado en sí sino la práctica política y en ese sentido la apuesta de Vox, como se vio en la reunión de Madrid, se acerca más a lo que demanda una parte cada vez mayor de los españoles.
El mitin de Ávila
Se ha silenciado bastante en los medios de comunicación de la derecha el mitin de Ávila (58.000 habitantes). Ni la hora (por el frío), ni el apoyo mediático, eran una buena señal a priori para conseguir llena la plaza. Y se consiguió. Estos datos muchas veces, como han dicho en Vox, muestran que las encuestas a veces no ofrecen la realidad y que son utilizadas para orientar el voto. Aquí se ha avisado hace tiempo que Vox estaba creciendo mucho en detrimento del PP y de otras fuerzas políticas, y ese mitin es una constatación de ello.
En realidad más que la imagen, que ayuda pero no es fundamental, habrá que ver si el discurso identitario de Vox encaja mejor con las preocupaciones de los ciudadanos castellano-leoneses que lo que dicen en el PP. La red “caciquil” de este partido es complicada de superar pero al final el voto es secreto y en las ciudades (se considera ciudad a partir de 14.000 habitantes en la España periférica) la red funciona peor. Lo que sí parece claro es que algunos partidos podrían casi desaparecer (Ciudadanos y Unidas Podemos) por el voto útil, pero eso no sucederá con Vox.