Ya han llegado los de la flotilla de Vacaciones en el mar a los límites de Israel-Palestina y les han bajado de los barcos, las fuerzas armadas israelíes, para retenerlos y se supone que expatriarlos después de hacer el tolili, como ha dicho Giorgia Meloni. Más que el tolili se han pegado unos días en las calas, en los lugares paradisíacos del Mediterráneo, que no veas con la excusa de llevar ayuda humanitaria a la franja de Gaza. Siempre pasaba algo que les obligaba a pararse en Ibiza, en Mikonos o cualquier sitio similar. Fíjense que por Túnez, Libia o Egipto ni se han acercado, algo raro pues son países musulmanes que les habrían acogido muy bien por la supuesta causa que defienden. Nada. Hacia ese lado ni acercarse. Con lo bonito que es el palacio del emperador Carlos V de Trípoli —claro que, además de republicanos, son catalanistas y les debe molestar doblemente—.
Y la retención ha sido muy graciosa. Todos mandando vídeos diciendo que si no se volvía a saber de ellos que «bla, bla, bla». Para las fiestas los mejores pero para utilizar la cabeza no logran juntar las dos neuronas despistadas que tienen. ¡Cómo os va a hacer algo Israel si todo el mudo sabe que estáis allí y vosotros, en realidad, le importáis entre cero y nada elevado al infinito! Ahora se supone que los repatriarán ¿no? Pues no, señor Benjamín Netanyahu. A los de la flotilla se los queda usted allí, los aguanta y ya veremos si aceptamos la devolución algún día. De hecho lo mejor que puede hacer es que hablen mucho con su hijo Yair, a ver si vuelve a pensar que pedir la independencia de Cataluña es buena idea o no. Por si no sabe qué hacer con ellos le voy a ofrecer unas ideas de fácil cumplimiento.
1. Tenerlos en un kibutz. Como son muy progres nada mejor que mandarles a un kibutz para que aprendan a trabajar en comunidad un año cuando menos. Si quieren comer, a plantar tomates. Si quieren pan, a recoger trigo, molerlo y sacar harina. Si quieren una choza más grande, pues a hacérsela cada uno. Igual se le mueren antes pero será porque no saben lo que es trabajar, ni duro, ni blando. Que hagan callos en las manos les va a venir muy bien. Que les duela el lomo de agacharse. Que se ganen el dinero con el sudor de su frente por una vez en la vida, que la mayoría no sabe ni qué es eso. Que socialicen producción pero de verdad.
2. Ir a cuidar los sitios sagrados de la cristiandad. Cuando terminen de trabajar en el kibutz, o a la par en algún momento, les enviaba a cuidar, limpiar y proteger los lugares sagrados de la cristiandad. Como son todos ateos seguramente pongan poco ánimo en ello, pero lo suyo no es que hagan bien su trabajo —han demostrado ser inútiles en España e Italia— es que se den cuenta de por dónde vienen los tiros y las hostias en territorio no hostil.
3. Trabajar sirviendo comidas en todo el centro de Gaza. En realidad que trabajen en lo que sea en Gaza mismo sin ningún tipo de protección, como están los gazatíes. A ver si los de Hamás, que nada tiene que ver con la autoridad Palestina, les dejan tranquilos y tranquilas, a ellas por feas como dice Barbie tetillas. Veremos si no les utilizan de escudos humanos. Y si alguno pretende escaparse se le echa pa’dentro de nuevo.
4. Mandarles con ayuda humanitaria a Nigeria y al Sahel. Como se siente muy por la labor de acabar con los genocidios nada mejor que acudir a esos dos lugares. Que algún equipo de las fuerzas especiales de Israel les lleve hasta las misiones cristianas y les dejen allí para que trabajen codo con codo con la población. Si lo cuentan igual aprenden algo en esta vida. Si mueren, les destripan o los venden como esclavos y esclavas… ¡Ah, se siente! ¿No son gentes de paz?
5. Hacer un Gran Hermano-Supervivientes para la televisión de Israel con todos ellos. Dos años en una casa haciendo pruebas para conseguir comida, limpiando baños, fregando escaleras, sin poder fumar cigarros de la risa, ni volver a ver la nieve y en vez de televisión un programa continuado con los discursos de Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijoo y Carles Puigdemont sin descanso. Bueno, igual esto supone vulnerar alguna convención internacional o algo de derechos humanos. Igual me he pasado. Que sea sin televisión entonces. Que les bailen Ada Colau y Greta y ya tienen entretenimiento.
Señor Netanyahu ya sabe qué hacer con esta gente. Si los devuelve consideraremos que es un enemigo de España, de Occidente, de la Cristiandad y su nombre será maldito setenta veces siete para cualquier español de bien.