No lleva ni un año constituido el gobierno de coalición y los medios de comunicación no perdonan ni una. No respetaron ni los cien días de cortesía. Si se les hiciese caso parecería que en España el presidente del gobierno es una especie de Viktor Orban –el amigo de José María Aznar, por cierto- autoritario que quiere hundir al país en el siglo XIX poco más o menos. O construir un Estado soviético, que de todo hay en la alegre muchachada de la derecha y la progresía intelectual. Un contexto complicado y poca visión de algunos de sus asesores para no complicárselo más, como se contó hace poco.
Ni un solo minuto de descanso ha tenido Pedro Sánchez y cuando el fuego no es enemigo, aparece el amigo. Como lo que contó ayer mismo Esther Palomera sobre el enfado de podemitas y algunos socialdemócratas con Nadia Calviño por las pegas que pone a los diversos gastos que quiere cada equipo ministerial. Se habla de su intransigencia, de su mal carácter, de su alianza con el poder económico y todo lo que se inventan por el camino… pero no es algo que se desconociese desde el primer minuto en que fue nombrada ministra de Economía y, posteriormente, vicepresidenta tercera. Sánchez situó a Calviño como ministra como cuota de la Unión Europea para que se cumpliesen los objetivos de déficit y de gasto que exigían desde Bruselas. Mucho más aún hoy en día en que van a llegar miles de millones de fondos para superar la pandemia, muchos de los cuales habrá que devolver y aumentarán el déficit en breve. La mayoría de las fuentes son moradas y ello debería ya hacer ser precavido en las cuitas que se quieren liquidar. Esto lo sabía Sánchez desde el primer día y no es seguro que vaya a deshacer lo que vino casi como imposición.
El problema es que el gobierno de coalición es realmente un gobierno de dos partidos y muchos deseos por aparentar. ¿Cuántas leyes o regulaciones de Podemos no son presentadas hasta tres o cuatro veces para aparecer en los medios y poder pasear su propaganda? Lo mismo puede decirse algún ministerio del PSOE que intenta tener su cuota de cariñito mediático. Si no hace mucho la malvada de toda la película era Carmen Calvo, ahora es Calviño y mañana será Reyes Maroto, por poner un ejemplo. Por cierto, esta última, ministra que calla y trabaja para que la industria española no se quede en la estacada. Al final, en la prensa “afín” al gobierno, todas las culpas son del PSOE. ¡Qué raro! ¿No? Es el PSOE siempre el que no quiere hacer cosas sociales… como si el dinero sobrase, que por desgracia no es así. Siendo realistas y ajustándose a lo que hay haría falta muchísimo dinero para aguantar lo que se ha estado aguantando con fondos públicos y, además, hacer todo lo que dicen que quieren hacer. Normal que proteste Calviño, cualquier con dos dedos de frente no puede hipotecar el futuro económico del país. Austericidio no, desde luego, pero gasto en tontadas para quedar bien tampoco.
Son esos miles de millones que llegarán de Europa los que provocan la alianza de todos los partidos que conforman esa extraña alianza que aprobará los PGE de 2021. Da igual si se es más o menos nacionalista, si se es más o menos regionalista (que de estos tiene el PSOE unos cuantos), si se es más o menos de izquierdas, todos están a la espera de la llegada del maná europeo para sacar tajada. La bronca que hubo, y que la prensa ha vendido como una más de las veces en que ha doblado el brazo Pablo Iglesias a Sánchez, por la presencia en la comisión de gestión de los fondos no sólo es por aparecer en la foto (algunos viendo tantas series de televisión necesitan fotos para aparentar que hacen algo), sino por trincar para ellos y los amigos. Aquí está el punto que podría acabar con la presidencia del PSOE y acabar en la convocatoria de elecciones y algo en lo que parece confiar demasiado el propio presidente. Una confianza que en algún momento no se entiende por los avisos que algunos socios no han tenido reparos en hacer públicos y que han provocado el cabreo de propios y extraños.
Sánchez ha sido claro en todas y cada una de sus intervenciones, el PSOE y él mismo no van a permitir de ninguna manera la destrucción del orden constitucional. Sea Paco o sea Pepe quien lo pretenda. Además, sabe que sería su muerte política. El voluntarismo de algunos miembros del gobierno pensando que lo que manifiestan las redes sociales es la única realidad o que las palmaditas a escondidas de algunos doxósofos de los medios es la corroboración de una teleología que se acerca no encaja con lo que dicen las encuestas, incluida la del CIS. Hay cosas que no se perdonarían, por eso la confianza del presidente Sánchez respecto a las intenciones de los independentistas, da igual vascos que catalanes, cuando históricamente se ha comprobado que son capaces de apostatar de lo que un día antes juraban ante una biblia, debería ser bastante menos confiado –en alguna ocasión incluso menos condescendiente- pese a que la aritmética parlamentaria es la que es para mantenerse en el cargo. Confía demasiado en que las negociaciones que ha dejado en manos de su vicepresidente segundo, con ciertos grupos, no tienen una cara oculta. No es ni medio normal, con la que está cayendo, que algún socio presupuestario haga afirmaciones como las del cupo vasco y la armonización del resto de España.
Por suerte para Sánchez todos esos grupos políticos están esperando, incluyendo a los socios gubernamentales, los fondos europeos para surtir a sus redes de activistas, sus medios de comunicación, sus grupos de vanguardia publicitaria y bastante menos las personas del común. Algo que choca con las verdaderas pretensiones del PSOE como el mismo Sánchez quiso dejar claro. Los fondos que, a día de hoy, serán finalistas –aunque los catalanes ya han pedido un tercio de los mismos (algo que debería activar una pequeña alarma en los socialdemócratas)- serán la gran disputa entre los pactantes y, no se olvide, los barones de los distintos partidos. Todo el mundo necesita dinero, incluyendo a las distintas fracciones de la clase dominante, y todos quieren catar el maná europeo. Esto será fuente de fricciones y también de retirada de apoyos al propio presidente. Igual no mañana, ya que la derecha mediática está muy altiva y socarrona, pero sí pasado mañana cuando no lo espere.
Muestra, por tanto, el presidente una confianza que los hechos del día a día no pueden corroborar. No sólo se insulta a ministros del gobierno desde los medios morados, sino que algunos que se han presentado como afines –para ganar lectores- ya están clavando puñales al ejecutivo… siempre a espaldas rojas y no moradas casualmente. Demasiada confianza tiene Sánchez cuando lo que se observa desde el exterior, y conociendo a los intervinientes bastante bien, haría recomendar mucha precaución. Porque es de todos conocido que en cuanto puedan algunos el gobierno caerá, por cuarenta monedas o por millones. Mientras tanto la militancia socialista tragando sapos con socios y declaraciones de algunos grupos –y no sólo de Felipe González-.
Hola Santi:
Nuevamente me siento en la obligación de discrepar. Vayamos por partes (como dijo quien tú ya sabes):
– Igual si desde UP no hubiera que tirar del P??E hacia la izquierda un día sí y el mismo día también, bien vía debates internos en el consejo de ministros, bien metiendo presión desde las RRSS… y si el P??E fuera un verdadero partido de izquierdas… y si en verdad estuviera dispuesto a respetar del acuerdo de gobierno de coalición que firmó con UP, pues entonces igual sí tendrías razón. Pero como la dirigencia del P??E no es verdaderamente de izquierdas, es obvio que a UP no le queda más remedio que meter esa presión para conseguir que, ejem, se cumpla el acuerdo de gobierno común. Y que conste que UP ya anticipó que buscaría la presión de los movimientos sociales para hacer avanzar la agenda social, así que no se les puede acusar de traicioneros.
– Lo cual demuestra en paralelo que, en el fondo, los dirigentes del P??E, y no digamos ya cabestros como Felipe MrX Glez on el hermano de Juan Guerra, no han asimilado los números que proporcionan una mayoría parlamentaria. Aunque a Felipe MrX Glez le gustaría gobernar con Vox, lo que hay es lo que hay, así que mejor que el P??E se acomode a la cultura de coalición. Le va a venir fenomenal…
– Te creía lo suficientemente inteligente como para no tragarte las trolas de OKDarío, Mierdidad Digital o El Inmudo sobre el «trincar» de UP. ¿Es que no son suficientes más de una docena de querellas archivadas… más todas las que seguirán viniendo en el futuro como cortina de humo de los chanchullos de la derecha? Interpreto tu metedura de pata como un flashback de tu inconsciente en materia de «meter la mano en la caja» del P??E, que de esas sí que hay unas pocas… y probadas judicialmente. No mencionaré nombres de sobra conocidos…
– De acuerdo que no hay dinero suficiente para todo, pero sí hay prioridades: ¿qué es más urgente, recuperar niveles en inversión social y recuperar derechos ciudadanos, o comprarles varios cientos de tanquetas al ejército para tenerles contentos?
– Otro argumento tuyo bastante falaz es denunciar las «trampas» de negociar los PGE con Bildu y ERC, y vale, seguro que las hay. Pero… ¿acaso no nos acordamos ya de las vergonzantes contrapartidas de Felipe MrX, Ánsar o el mismísimo Rajoy cuando se apoyaron en PNV, CiU o Coalición Canaria, sin ir más lejos? A esto yo lo llamo «doble vara de medir»… y no sólo te pasa a ti: En el P??E hay auténticos dinamiteros de Vox disgrazados de sociatas (Page, Férnandez Vara, etc) que usan el doble rasero a diario, a veces en contradición directa con lo que ellos mismos han hecho en sus respectivos cortijos…
Saludos cordiales y buena semana.