En más de una ocasión hemos dado espacio en estas páginas a las opiniones, cartas, correos electrónicos u otro tipo de comunicaciones recibidas en los diferentes buzones de los que dispone la redacción de Diario16 en referencia al Caso Banco Popular. En este caso, vamos a publicar un email que llegó el otro día dirigido a nuestro compañero Esteban P. Cano. El remitente era un afectado y decía lo siguiente:
«No entiendo bien lo que le mueve, salvo que sea el amor por su profesión, alumbrando la verdad oculta por los intereses de unos pocos, frente del escarnio de muchos, entre los que me encuentro. Sea lo que fuere, sé a ciencia cierta, aun no teniendo el placer de conocerle, que su trabajo le hace ser mejor persona y para todos nosotros, nuestro “héroe”, que lucha incansable frente a la villanía e injusticia a la que asistimos.
» Por favor, no desfallezca, en su loable labor, por más presiones y golpes que reciba, pues, su descanso, sería nuestra “muerte”. Cada día su trabajo nos llena de ilusión y de esperanza. Gracias por ser un buen hombre y mejor profesional».
El compañero Esteban P. Cano recibe a diario decenas de mensajes de los afectados del Banco Popular en las que le tratan de héroe, pero, en realidad, como él dice siempre, «nosotros no somos los héroes pero sí que tenemos que ser justos». Pertenecer al equipo de profesionales de Diario16 exige de todos nosotros, cuanto menos, la ética, la dignidad y la libertad que en la historia de esta cabecera ha sido la seña de identidad desde su fundación por Juan Tomás de Salas y que en esta última etapa ha recogido, actualizándola a los nuevos tiempos, pero sin perder su esencia, Manuel Domínguez Moreno.
El Caso Banco Popular está definiendo claramente lo que significa atender a la responsabilidad que llevamos implícita a la hora de trabajar con la documentación de la que disponemos. El equipo que encabeza Estaban P. Cano trabaja analizando la documentación y la información de la que disponemos para, como no podía ser de otro modo, dar y denunciar lo que ocurrió para que más de trescientas mil familias fueran arruinadas con nocturnidad y alevosía. Ese análisis meticuloso de la documentación y el desarrollo posterior de la información es lo que nos hace ser justos por llevar a cabo nuestro trabajo con ética, con dignidad y, sobre todo, con libertad. Estos tres valores es lo que hace ser justos.
Por eso, nosotros no somos los héroes pero sí que somos justos, tanto en lo ya publicado como en lo mucho que aún nos queda por publicar y por denunciar.