¡Espera!
Ya sé que tú no padeces de hemorroides, ni has padecido nunca, ni las padecerás; pero seguro que tienes algún amigo que las sufre, y mucho. Pues siéntate (si puedes) y lee este artículo. Está escrito para tu amigo. Verás. Tener hemorroides es algo muy común, de hecho, casi todo el mundo tendrá hemorroides alguna vez en su vida. Si los padres de tu amigo las tienen, es lógico que su amigo tenga más posibilidades de padecerlas que tú. Aunque son más frecuentes en las mujeres embarazadas. En total, unos 20 millones de personas sufren de hemorroides en España.
Qué son las hemorroides (o almorranas)
Técnicamente, las hemorroides son plexos, cojinetes o almohadillas de tejido submucoso donde están contenidas las vénulas y arteriolas del conducto anal. Para ti y para mí, son venas hinchadas en la zona del ano. Un trastorno benigno que sólo se vuelve patológico cuando el flujo de sangre se interrumpe en esa zona, aumentan de tamaño y causan inflamación y molestias. Distínguelo, por doloroso que te parezca, de la fisura anal, que es una pequeña herida en la piel del ano.
Síntomas
Los síntomas dependerán del grado evolutivo de las hemorroides, que va desde el picor o sangrado ocasional hasta el pinchazo en la zona anal, el sangrado frecuente, la sensación de cuerpo extraño en el ano, el hormigueo rabioso o el intenso dolor.
Cómo tratarlas
Si las molestias son leves, mejor será que tu amigo evite el estreñimiento, tenga mucha higiene y use pomadas o supositorios farmacéuticos. Pero, ojo, si le pican, duelen o sangran mucho, mejor que acuda a su médico de cabecera.
-Evitar el estreñimiento. Que tu amigo haga ejercicio, coma bien (mucha fruta y verdura), beba abundante líquido (alrededor de 2 litros diarios) y elimine los alimentos que produzcan gases, especialmente los ricos en fibra, hidratos de carbono, azúcares y las burbujas. También el café, las especias, los ácidos, los picantes, el alcohol y el exceso de sal. Mejor que se aficione a las ricas infusiones, tisanas y hierbas aromáticas (cilantro, comino, menta, hinojo, orégano, anís, cardamomo, poleo o manzanilla).
-Correcta higiene. Que tu amigo haga baños de asiento y use compresas con manzanilla, y evite permanecer mucho tiempo sentado en el váter, los jabones y las toallitas húmedas porque pueden irritar la zona afectada. Que use ropa interior de algodón.
-Pomadas y supositorios. Se venden sin receta médica y contienen cortisona, lidocaína, hamamelis o productos naturales. Sus efectos son más o menos inmediatos contra el dolor y el hormigueo.
-Inyecciones, ligaduras, láser o cirugía. Cuando las hemorroides estén muy deterioradas y las molestias sean intensas. Las inyecciones básicamente cicatrizan o secan las hemorroides sin necesidad de extirparlas, consiguiendo eliminar sus molestias. La ligadura de goma se aplica sobre la base de la hemorroide, corta su riego sanguíneo y la elimina a los pocos días, dejando una pequeña cicatriz. La coagulación por láser también elimina el flujo sanguíneo de la zona afectada. Si nada de esto funciona, habría que cortar por lo sano mediante la cirugía.
Remedios caseros
-Compresas de hielo.
–Baños de asiento en agua caliente. De 15 a 20 minutos, 2 ó 3 veces al día. O en agua con hierbas (hervido de manzanilla, marrubio, cola de caballo o roble).
–Pasta de ajo machacado.
-Pasta de acelgas. Hojas de acelga frescas y limpias, aplicadas sobre la zona irritada, 3 veces al día. Puede ayudarse de una gasa.
-Patata rayada. Envuelta en un papel extrafino.
-Agua con especias. Por ejemplo, un hervido con 2 clavos de olor, 3 hojas de laurel y 3 dientes de ajo.
–Olmo escocés. Untado con un algodón.
-Gel aloe vera.
-Paracetamol.
Mejor esperar sentado
Si no quieres acabar como tu amigo, más vale que ya vayas tomando medidas contra las hemorroides. Como tomar una dieta equilibrada, ir al baño regularmente, evitar las diarreas permanentes, el sobrepeso, los trabajos forzados o los deportes extremos (halterofilia, culturismo) y toser o estornudar de forma exagerada.