Fuente: PSOE-M

Cuando alguien llega a un puesto de cierta relevancia mediante la defenestración de su anterior inquilino a manos de quien le pone a él, tiende a tener una duración corta. Bien porque el reto es superior a sus capacidades, bien porque tiene a la organización en contra, bien por todo lo anterior más las ganas de todo el mundo de verle caer. Esto le pasa a Óscar López, que será conocido a futuro como el corto. Ha llegado a la secretaría general del PSOE-M por la campaña que ya llevaba tiempo desatada contra Juan Lobato, la cual se magnificó cuando quiso actuar legalmente; por todos los manejos contra la posible aparición de un candidato alternativo; y por la modificación estatutaria para no tener que pasar por la vergüenza de recoger avales.

A Lobato le estaban moviendo la cama desde Moncloa desde antes del verano. Reuniones aquí y allí, más intensas tras el verano, fueron perfilando los deseos del jefe supremo. Como los sanchistas no es que sean los más hábiles del mundo, sucedió que Lobato también se movió para pararles los pies. Entonces tuvieron que recurrir a la descarnada fórmula de los autoritarios, señalarle como traidor y lanzar en su contra a toda la jauría de incapaces del sanchismo —en los medios untados por el sanchismo se ha agredido a Lobato por encima del respeto a la dignidad humana, con Antonio Papell como excelso protagonista del ajusticiamiento del Proceso monclovita e impresentable persona con nula inteligencia—. Al final la presión le pudo al político y dimitió, dejando la vía libre al dictador Pedro Sánchez.

En el momento en que se supo de la dimisión los resortes del sanchismo en Madrid movieron Roma con Santiago para evitar la aparición de cualquier alternativa. Llamadas a filas con secretario generales de distintas agrupaciones y cotejo con numerosos espías y bien pagados en redes para eliminar las tentaciones democráticas dentro del partido. Y todo porque ya estaba pensado el proceso de no hacer pasar por la recogida de avales al elegido por su sanchidad. No querían tener que bajar a la arena para que les negasen las firmas todos esos militantes a los que tienen silenciados manu militari y presentarse con las justas del 12%. Con los discursos que se estaba marcando no podía ser que solo obtuviese unas 1.500 firmas de todo el partido. Había que eliminar mecanismos democráticos para presentarle como alguien querido por la militancia. Como pueden suponer la militancia tiene unas ganas locas con López, la ilusión es máxima… Vamos que prefieren ir al dentista.

No teniendo el cariño de la militancia madrileña, más cuando es un paracaidista que ya ha fracasado en otros lugares por una clara incompetencia para todo lo que no sea medrar, se puede suponer que la ciudadanía sí le tiene aprecio. En ocasiones se ha producido el efecto de ganar el cariño exterior cuando el interior era inexistente, pero no, tampoco es el caso. Y todo porque ni conoce la Comunidad de Madrid, ni al madrileño, ni la idiosincrasia. Debe pensar que todo en Madrid es el corredor de lo pijo (Aravaca, Pozuelo, Majadahonda, Las Rozas…) o los barrios nobles de la capital y eso no es así.

Los alcaldes y alcaldesas del sur le habrán vendido que ellos y ellas le ayudarán en todo, se lo habrá creído y ya la ha cagado. Todo lo que pase por entregarse a esas alcaldías es morir para la política —lo que no implica que se tenga que trabajar contra ellas—. Pero quien le haya aconsejado hablar de la pelea PP-PSOE como un Madrid-Barça es un idiota mayúsculo y si lo ha pensado él solo también es idiota. Mentar en Madrid algún tipo de disputa así ya predispone a un tercio de la población, como poco, en contra del candidato. Rechazar a los aficionados del Atlético de Madrid por hacer la gracia, cuando se hace el tolai, no es conveniente.

De fútbol en Madrid hay que hablar con cuidado salvo que se sea un meapilas del florentinato. Y da la impresión que quiere hacerse con la amistad de Florentino Pérez para que no le lance sus medios de comunicación en contra suya. A ver Óscar, que el problema no es usted, es su jefe y amo, ¿a qué viene cagarse en los aficionados rojiblancos o rayistas de esa forma para conseguir el cariño del mal? Un tercio de los madrileños afirman: «Madridistas y culés, la misma mierda es».

Corto en lo político y en lo mental. La mejor fórmula para derrotar a la presidenta madrileña es ignorarla. De todas las formas posibles e indicar todos los fallos, que son muchísimos, en su gestión. Nada de los muertos en las residencias, ni cosas de su novio (no se ha demostrado que las ilegalidades del susodicho la tengan a ella como ayudante). La gestión pura y dura del día a día, lo cual es confrontar a sus consejeros. El problema viene porque en Moncloa se han reunido los más “inteligentes” de los asesores, con la mayor lumbreras al mando, y han decidido que si potencian a la “tripis” acabarán por cargarse a Alberto Núñez Feijoo.

El presidente pepero no necesita ayuda para parecer (ser) nesciente, pero es que esa estrategia solo ha servido al partido sanchista para perder poder local y autonómico sin rozar un mínimo al PP. Ahora con López redoblan la apuesta de la estupidez política. Habrá que ver si el ahora secretario general del PSOE-M, apoyado en el estercolero del simanquismo, del sanchismo arranzista y las familias (las consanguíneas, no las políticas), más los sureños, es capaz de aguantar dos años hasta las elecciones. En un año López estará huyendo a donde sea, ya verán.

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