Pablo Iglesias, secretario general de Podemos; Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos en el Congreso; Pablo Bustinduy, secretario de Relaciones Internacionales; Txema Guijarro, secretario general del Grupo Parlamentario Unidos Podemos; Ione Belarra, portavoz adjunta de Unidos Podemos en el Congreso; Alberto Garzón, coordinador federal de Izquierda Unida y Lucia Martín, portavoz de En Comú Podem en el Congreso, se han reunido este lunes 9 de abril con la expresidenta de Brasil para tratar la situación que está viviendo el país latinoamericano.
Dilma Rousseff se encuentra en Europa para solicitar el apoyo de la comunidad internacional y para denunciar «la detención arbitraria de Lula, condenado sin pruebas, con la que se pretende consolidar la segunda fase del golpe: sacar al expresidente de la carrera electoral, recordando que lidera con holgura todas las encuestas presidenciales». El Grupo Confederal Unidos Podemos-En Comú Podem- En Marea ha querido mostrar su preocupación por el atentado a la democracia y al Estado de Derecho que está sufriendo Brasil y ha preguntado por la judicialización selectiva de la justicia contra el también expresidente Lula da Silva.
Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, ha destacado durante el encuentro su preocupación «por la deriva autoritaria de Brasil». «Desde Podemos condenamos el atentado a la democracia en Brasil; la judicializacion selectiva de la política en contra del Partido de los Trabajadores (PT) y en contra de Lula; solicitamos la inmediata liberación del expresidente brasileño y condenamos al Ejecutivo ilegítimo de Temer y al Gobierno de España por su apoyo a la detención arbitraria de Lula», ha añadido Iglesias.
Además, el grupo parlamentario ha mostrado su preocupación por la corrupción y las políticas austeras y antisociales del gobierno Temer, que nunca ha pasado por las urnas. Algo que también manifestaba Izquierda Unida al denunciar “que se trata de un auténtico golpe antidemocrático promovido por la oligarquía económica brasileña y sus cadenas mediáticas, particularmente el Grupo Globo, y que es continuación del golpe que se dio contra Dilma Rousseff, (a la que habían votado 54 millones de personas), con el objetivo de impedir la continuación y consolidación de las políticas sociales y de distribución de la riqueza impulsadas por los gobiernos del Partido del Trabajo en la últimos 15 años”.