Las mentes preclaras que habitan en Moncloa parecen no conocer la historia. A lo largo del tiempo ha habido gobiernos que han caído por medidas que parecían estúpidas a sus ojos pero que eran consideradas por el pueblo como una verdadera afrenta. Cobrar peaje por el uso de autovías y autopistas con la excusa del mantenimiento de las mismas (por cierto, no saben ni qué cuestan mantenerlas a la vista de las cifras que aportan cada día) podría ser esa típica política que sin quererlo hace caer un gobierno. Por muy buenos datos económicos y todo lo que quieran, al final una cuestión que se podrían ahorrar en realidad –si hiciesen unos presupuestos más racionalizados, seguro que encuentran el dinero- acabará con el gobierno.
De momento la reacción es latente, la gente está acumulando mala leche en dosis industriales, pero que estén seguro en Moncloa que las manifestaciones será cruentas. Entre otras cosas porque en la España periférica no hay forma de moverse y vivir sin ese tipo de carreteras que buenamente han construido poco a poco. Aumentar en 150 euros los costes de ir a trabajar para personas que igual ganan mil o mil y poco euros no es de izquierdas. Por eso Susana Díaz, que es muy cuca para estas cosas, dijo el otro día que de peajes nada. Como si le preguntan a Ximo Puig, a Emiliano García-Page o a cualquier otro presidente autonómico. Construyendo buenas autovías se dejaron y eliminaron en muchas ocasiones las redes secundarias que tantas vidas habían segado. Por lo que la alternativa de no pago es inexistente. Eso lo conocen bien los que están a pie de obra en la gestión del día a día. Y el ministro José Luis Ábalos, por muchos informes que saque del pasado en referencia a posiciones del PP, debería ser consciente que desde la derecha y la izquierda se la van a montar. Y con razón.
Si en una visión general el tema de los peajes se sabe que va a provocar una fuerte reacción –se verá cortar carreteras con seguridad-, cuando alguien está en mitad de unas primarias que, además, van a servir para potenciar la imagen propia a nivel andaluz para disputar a Bonilla la presidencia de la Junta ¿a qué viene posicionarse tan rotundamente en favor del cobro del peaje en autopistas y autovías? En Andalucía, ese tipo de vías son fundamentales para moverse dentro de las provincias y entre provincias. Hay muchísimos puestos de trabajo que dependen del movimiento entre provincias por este tipo de carreteras –y no son sólo transportistas-, a lo que hay que sumar la propia rapidez de los desplazamientos por decisión propia –sean sevillanos hacia la playa, sean cordobeses o granadinos- evitando aquellas infernales carreteras.
Juan Espadas se presenta para candidato del PSOE no para Vox o para Ciudadanos y por tanto se debe a la clase trabajadora, a las clases populares, o lo que es lo mismo a las clases que se verían perjudicadas en mayor medida con la implantación de los peajes. Espadas se presenta no para gobernar Sevilla sino para intentar gobernar una amplia región donde las autovías han sido infraestructuras fundamentales para que esa España periférica no languidezca más. Imagine Jaén sin buenas carreteras. O Córdoba. O la sierra granadina. O Almería… Esa visión centralista andaluza, o visión sevillana, seguramente le impida ver que Andalucía es mucho más que la calle Sierpes y las capillitas y por eso comete un error flagrante. Si ya comienza con tan poca valentía…
Bonilla tiene fácil argumento en su contra a la hora de disputarle la presidencia. Con salir en Canal Sur diciendo que Espadas es el señor que va sacar los euros de los bolsillos de los andaluces que utilizan las carreteras para ir a trabajar, ya tiene hecha la campaña electoral. “Con Bonilla ahorras calderilla” sería un eslogan que dejaría al PSOE andaluz en peores condiciones que el de Madrid. Está bien que el alcalde sevillano quiera congratularse con el aparato de Ferraz –ese mismo que dice que no le apoya-, pero pisar a las clase populares de la forma en la que lo está haciendo con los peajes igual no es el camino. Porque puede vencer a Díaz en las primarias internas, debido a circunstancias propias del partido, pero si piensa ir por la vida defendiendo causas perdidas y contrarias a cualquier lógica socialdemócrata, al cualquier sentido de la equidad, hasta le quitará diputados Teresa Rodríguez. Quien le esté asesorando que lo piense mejor si es que quiere hacerle presidente de la Junta, porque de momento mal va. Eso sí, Florentino Pérez le invitará a palco del Bernabéu por defender sus intereses de esa forma tan radical.