Las propias cuentas del Banco Santander y las plusvalías que está generando la venta de activos del Banco Popular, demuestran la solvencia de la entidad y no dejan lugar a dudas sobre el enorme beneficio que la compra del banco intervenido le está generando. De igual modo, teniendo en cuenta dichas cuentas se comprueba, no sólo la solvencia del Popular, sino cómo el Santander presuntamente tapó, a costa del banco adquirido por un euro, el aparente gran agujero que tenía la propia entidad presidida por Ana Patricia Botín. Distintos informes técnicos así lo indican.
Las cuentas anuales del Santander reflejan un incremento neto de su patrimonio de 4.134 millones de euros. ¿Esa evolución concordaba con la comunicación que realizó el banco a los medios? En Diario16 ya hemos publicado que no. Como se recordará, el Santander anunció una ampliación de capital de 7.072 millones para, teóricamente, hacer frente a la integración del Popular. Por tanto, el patrimonio neto se habría incrementado, además, con el del Popular (10.700 millones) ya que, al haber sido adquirido por un euro, esa cantidad había sido adquirida de manera casi gratuita. Para evitar dar una enorme plusvalía, el Santander realizó una serie de ajustes justificados, según PwC por la aplicación de la normativa de resolución y por el cambio de criterio del comprador que había decidido vender de forma acelerada los activos inmobiliarios. Sin embargo, los beneficios que esta operación generó al Santander fueron enormes. Todo ello por un euro.
No obstante, si lo que dijo el Santander fuera cierto, el patrimonio neto debería haberse incrementado en 2.017 más de 11.000 millones de euros. En cambio, el banco presidido por Ana Patricia Botín sólo comunicó un crecimiento de sólo 4.134 millones. Esa diferencia de casi 7.000 millones se ocultó en el momento de la ampliación. Tras comunicar unos beneficios de 8.207 millones antes de intereses minoritarios y 6.617 de resultado atribuible, se puede comprobar que el informe de auditoría de PwC demuestra que la realidad del Santander es muy distinta.
En la página 24 de dicho informe se dice que el Resultado del Ejercicio fue de 8.027 millones y en el renglón siguiente indica que «otro Resultado Global» fue de –7.320 millones. En esa misma página se afirma que el Resultado Global Total de 2.017 fue de 887 millones, muy lejos de los 8.027 millones publicados. Esto no parece obedecer a la transparencia que exige la ley porque, aunque en los datos contables sí aparece el dato, dar a los medios una imagen contraria revela una presunta intencionalidad de ocultamiento del verdadero perjuicio causado a los afectados del Banco Popular y, por extensión a los del propio Santander.
A ese resultado se llega tras deducir de los 8.207 millones dos conceptos, «Elementos que no se reclasificarán en resultados» por -88 millones y «Elementos que pueden reclasificarse en resultados» por -7.232 millones, que se deben a 8.014 millones de pérdidas por cambios de divisas, puntualizando que no se contabilizan en resultados sino en patrimonio neto. Por tanto, el Santander había tenido un perjuicio en su balance por la evolución de las divisas y optó por no reflejar este aspecto en su comunicación a los medios.