Hay cuestiones en política que son imposibles de calcular con certeza, hay futuribles que son más producto del voluntarismo que de la realidad en sí, hay cuestiones que no tienen esa seguridad factual que genera la garantía, y luego está Albert Rivera, que es un mundo complejo e incierto en sí mismo. En esta doxa que se ha convertido la política por mor de lo espectacular integrado, el cuñadismo ideológico y práctico del dirigente naranja es un paradigma de lo que no es posible conocer nunca. Hoy es azul, mañana rojo y dentro de tres días morado, cuando su aspiración es ser naranja realmente. Por tanto, pedir a Rivera que se aclare y diga algo que tenga algún tipo de validez como enunciado para el futuro, es un imposible filosófico.
Alfonso Serrano, quien ha pretendido esta acción ilógica, vicesecretario de Organización y Electoral del PP de Madrid, ha manifestado que el PP ganará las elecciones autonómica madrileñas (voluntarismo sin duda) y que por ello Rivera debía decir ya “si pactará con el PSOE y Podemos o con el PP”. Con Podemos hasta la fecha no ha pactado ningún gobierno, es más, el Ibex-35 potenció a ese pequeño partido catalán como antagonista de la formación morada, pero está bien traída la cuestión por Serrano ya que los bandazos de Rivera por aguantar (y no saltarse más controles) no aseguran que pudiera en un futuro pacta con Podemos.
“Ciudadanos debe hablar claro a los madrileños, máxime cuando ayer facilitaron la tramitación de unos PGE dañinos para los intereses de España y que sólo buscan contentar a los socios de gobierno de Pedro Sánchez” ha recordado Serrano. A estas palabras hay que hacer una matización, no son los Presupuestos lo que permiten sino sólo el techo de gasto que quiere seguir bloqueando el PP en el Senado. Pero, como entre las derechas también debe valer todo, dejemos al dirigente popular que siga con esta acusación. Ayer acordaron los nuevos presupuestos regionales entre ambas formaciones y salieron todos muy contentos, tanto como para no hacer sangre hoy en el desayuno al que han acudido Rivera e Ignacio Aguado en Madrid y en el que han dicho que no van a permitir “unos presupuestos malos para España”. Pero claro serían malos en relación a que participen los nacionalistas y Serrano quiere saber si son igual de malos con PSOE y Podemos.
Una pregunta que encierra un posible miedo en las filas populares a que Ciudadanos les coma el pastel en Madrid. Saben desde el PP que en Ciudadanos van a intentar quedarse con lo bueno de los presupuestos y lo malo de la gestión siempre será culpa de Garrido. Llevan tres años y medio aguantando el cuñadismo ideológico. Por eso apremian a que responda Rivera, ya que todo el mundo sabe que Aguado es un títere de la calle Alcalá. Eso sí, en ambas formaciones están acongojadas por una victoria de las izquierdas: “Esto es lo que está en juego y los madrileños no merecen que la educación de nuestros hijos, o las políticas de empleo estén en manos de Íñigo Errejón y de Ramón Espinar”. Eso aterra a ambos, pero a Ciudadanos, como le pasa en Andalucía, preferiría un gobierno de coalición junto al PSOE y si fuesen ellos los cabezas de cartel entrarían en modo orgásmico. En el PP no deben tenerlas todas consigo, de momento no tienen ni candidatos, pero mejor ir haciendo zapa a una formación tan sencilla, como Ciudadanos, de hacerles entrar al trapo. Pero la próxima vez que no lo hagan con un imposible.