La Comunidad de Regantes de Puerto Lumbreras ha redactado un manifiesto contra la implantación de plantas generadoras de energía fotovoltaica en terrenos de regadío en la localidad. Los tres grupos políticos con representación en el Pleno Municipal aprobarán una moción conjunta, a propuesta de la alcaldesa del municipio, con el objetivo de apoyar y suscribir el manifiesto de la Comunidad de Regantes
Según refleja el manifiesto, la instalación de una planta de energía fotovoltaica en los terrenos adscritos al perímetro regable de la Comunidad de Regantes de Puerto Lumbreras provocaría la pérdida de la consideración de regadío para dichos terrenos por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), lo que implicaría el paso a terrenos de secano, y la pérdida de la correspondiente concesión de agua.
En el manifiesto, la Comunidad de Regantes detalla que, desde la perspectiva del empleo, la planta fotovoltaica ocuparía unas 1.300 ha de terreno y según consta en el anteproyecto de dicha instalación, ocuparía a unas 50 personas. De este modo, en el manifiesto se explica que por cada 260.000 m2 (26 ha) de terreno trabajaría una persona, o lo que es lo mismo, 0,038 empleos por hectárea (ha).
En contraposición a ese dato, actualmente con el tipo de cultivo realizado en dicha zona, principalmente hortalizas, y atendiendo a los datos de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, que según la Orden de 26 de noviembre de 2015 en su anexo I, indica que la intensidad de empleo para esos cultivos es de 0,45 empleos directos por hectárea (ha) y año para las hortalizas, si además se considera el empleo indirecto generado por estos cultivos, maquinaria para acondicionar los terrenos, empresas de instalación de riego por goteo, semilleros que proporcionan las plantas, personal técnico de control de cultivos, almacenes hortofrutícolas de procesado de los productos y transportistas, se obtiene una intensidad media de empleo neto de 0,6 empleos totales por cada hectárea (ha) y año, suponiendo una pérdida de empleo en las 1.300 ha de 780 empleos, lo que supone que por cada empleo que se genere con la planta fotovoltaica será a costa de perder 15,6 empleos del sector agrícola.
Por otro lado, el manifiesto recoge los beneficios de la tecnología fotovoltaica desde el punto de vista del medio ambiente, pero la Comunidad de Regantes insiste que “esos mismos beneficios también se obtendrían si la planta se ubicara en otra zona del municipio con menos posibilidades agrícolas y ganaderas y que no comprometiese gravemente la economía, el desarrollo, el progreso y el bienestar del municipio”.