Está siendo un completo sufrimiento lo del nacionalmadridismo estos días. Desde que un gol en el último momento de Alexander Sørloth provocó la derrota del FC Barcelona frente al Atlético de Madrid, conquistando este último el liderato de La Liga, no saben qué hacer, decir o inventar para tapar que el líder es rojiblanco, de Madrid y no les ríe las gracias a los teleñecos diversos que pululan por los medios. Fíjense como será la cosa que Gonzalo Miró, el mayor madridista sin que él lo sepa, está expandiendo su todología de la nada en los asuntos políticos porque su discurso anticholista ni cala ya.
De momento parece que el Atleti no ha vuelto a los entrenamientos porque en ningún medio se encuentra a simple vista, vamos sin necesidad de ir a la página (por llamarlo de alguna manera), en sus páginas digitales —igual es que están esperando los millones del gobierno sanchista para reformarlas y que sí aparezcan noticias del club colchonero, aunque siendo tan madridista Óscar López es probable que aparezcan menos—; tampoco ha aparecido que un antiguo jugador, de esos que ni disputaron un minuto, haya matado a un gatito o algo por el estilo —aunque tienen a un imputado por distribución por pornografía infantil en la primera plantilla y sí que hablan de él en portadas—; ni les preocupan las última «palancas» de Joan Laporta para inscribir jugadores, pues ya dijo el ser superior que tienen que ir de la mano.
Eso sí, se ha podido asistir a la visión (horrible en la mayoría de los casos) de las celebraciones y vacaciones de los jugadores blancos y alguno culé. Horterismo a diestra y siniestra, pero eso no es culpa de los periodistas sí de los jugadores y de los editores que permiten esas afrentas visuales. También se ha podido comprobar que son capaces de manipular todo con tal de favorecer al equipo de su amo y señor —por cierto esta semana ha habido reparto de dividendos publicitarios porque llevan una semana de anuncios y artículos pagados en todos los medios nacionalmadridistas por parte de ACS—, como poner la imagen de Mbappé en una clasificación donde se remarcaba al segundo de la liga.
Hablando de La Liga, Javier Tebas ha vuelto a hacer el ridículo al hacer un burdo photoshop con la imagen del Mahatma de Hacendado en vez de la imagen de Sørloth tras marcar al Barça y dejar tumbados a los jugadores culés. Ridículo mundial se ha expandido por todas las redes provocando la risa de millones de personas. Magnífica imagen la que proyectan. Claro que eso a Tebas plin, ya se ha colocado en la Junta de la RFEF junto a la pareja del delegado del Real Madrid que controlará la cosa del arbitraje. Todo preparado para impedir que cualquier equipo que no vista de blanco pueda optar a disputar, no ya ganar, La Liga.
Para rematar la fiesta se ha dado un exceso de publicidad a unos premios que se inventó Jorge Mendes con sus socios de la península arábiga: Golden Awards o algo así. Unos premios donde se pueden comprar por 50€ tres mil votos para cualquier candidato. Ahí habrá gastado su florentineza unos cuantos miles porque se le ha ido la mano. Que Cristiano Ronaldo iba a ser premiado es obvio, que Lamine Yamal también cabía en lo normal (por doble motivo, es de la cuadra de Mendes y lo ha hecho bien), ahora que les haya faltado dar el premio a Emilio Butragueño como mejor maestro de ceremonias para copar todos los premios es de pensar que en el mundo son completamente idiotas. Y quienes dan réplica a los premios más.
El Mahatma ha ganado al mejor delantero cuando no ha sido ni el máximo goleador de su equipo, ni de La Liga, ni de la Champions, ni de la Copa América, ni ha sido el que más goles ha generado (en eso le gana hasta el marido de Érica). Courtois ha sido el mejor portero cuando jugó cinco partidos durante toda la temporada y ni ha jugado la Eurocopa porque le detestan sus compañeros de selección y entrenadores varios. Y así con todo. Normal que hayan sido carne de meme en redes sociales y cubran a la cuenta Troll Football para una semana más.
Eso sí, la salvación está cercana y no por su conversión al catolicismo —le han quitado la cruz al escudo y ahora el Santiago al nombre del estadio porque molesta lo cristiano—, sino porque jugarán su partido aplazado este viernes día 3 de enero contra un Valencia decrépito pese al cambio de entrenador. Salvo sorpresa morrocotuda, se pondrán líderes, los editores de medios orgasmarán y hasta el 12 de enero podrán hablar de su líder, sin pensar en que a los demás equipos les falta una jornada que ellos ya llevan y que podría hacer que el Atleti fuese campeón de invierno.
Que no es algo que quite el sueño a los aficionados colchoneros, pero por molestar lo van a desear con toda la fuerza del mundo. Más que nada por ver retorcer la realidad a los amanuenses del nacionalmadridismo. Por ese perverso ocultamiento que realizan cuando las cosas no salen como quieren. El reparto de biberones, el sacar a las fieras, el estar tensos… todos esos ritos rojiblancos son mucho más gratificantes que ser líderes. Al fin y al cabo lo importante es ser líderes el último día, en el último minuto. Pero es ver ese sufrimiento, ese morderse los labios en las cenas de navidad y nochevieja, o ese sufrir hasta que llegue el partido del Valencia el que merece la pena. Es un gozo increíble e indescriptible. Habrá que ver si ganan al Valencia, equipo que les tiene ganas, si no lo hacen tendrán que soportar dos semanas más de liderato. Algunos infartarían antes.