Aquellos que se creen por encima de la ley acaban temiendo por su vida. Ven conspiraciones en todos lados, creen que cualquiera es su enemigo, atisban en cualquier mirada el frío acero de la pistola camuflada…, en términos generales sienten el miedo a cada instante. Para evitar eso se rodean de un ejército de pistoleros, políticos, camellos, informantes y amanuenses que les protegerán en todo momento y en toda ocasión.

En España viene pasando algo similar —en la esfera política se puede ver perfectamente pero no es el caso a tratar— desde hace mucho tiempo.

Para tapar el ridículo mundial, universal, cósmico, de no acudir a la gala del Balón de Oro de France Football salen con todas las conspiraciones posibles. Una es que la UEFA es la que ha quitado el preciado trofeo a su jugador porque odia al equipo blanco. La misma UEFA que ha permitido los atracos más increíbles de los últimos años en favor de las supuestas víctimas (que pregunten por Leipzig). Además que el organismo europeo del fútbol nada tiene que ver con votaciones u organización sino que apoya el evento como institución. Otras personas han recurrido al racismo. Incluso, siendo públicas las votaciones, algunos despistados de la noche han querido hacer ver que han sumado mal.

Alfredo Relaño, ex-director de As y único que no ha negado que su periódico debe ser madridista, lo ha expresado con total claridad: «Antes de votar algunos ya estaban sacando portadas con la concesión». Como no han hecho caso al ser supremo, se enfada, descarrila y queda retratado.

Le viene bien este ridículo para tapar el ridículo futbolístico contra el FC Barcelona y el posible y exigible cierre del estadio por los insultos racistas y el lanzamiento de objetos. Porque esto se trata de justicia y proporcionalidad ¿no señora Alegría y señor Uribes? Tocará cerrar esa grada para dar ejemplo como quieren hacer con otros equipos ¿no? O ¿se bajaran los pantalones como siempre hacen?

Mientras lo piensan ya se está preparando la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva debido a la gran cantidad de deuda acumulada. Un 51%, en principio, quedaría en manos de la fundación y el resto se vendería entre socios y quien quiera meter dinero. ¿Una forma para que los prestamistas de la reforma puedan recuperar su dinero? ¿Habrá algún tipo de canje? ¿Se lo dirán a los aficionados o justificarán lo que haga falta? Apuesten por lo segundo.

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