Si no es por una es por otra, pero nunca le parece bien lo que hace el presidente del Gobierno al dirigente de Ciudadanos Albert Rivera. Bien es cierto que traga con la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona, pero… siempre hay un pero. Como es España Pedro Sánchez debe ir a Barcelona, no vaya a ser que se piensen los independentistas que no va el Gobierno, debe pensar, pero es sólo para la foto. “El problema no es sólo si se puede o no celebrarlo en Barcelona, sino que cuando termine, Sánchez se hará la foto y se irá de allí, dejando abandonados a su suerte a muchos catalanes amenazados” ha dicho Rivera haciendo gala de cierto victimismo. Pareciera, siendo la situación preocupante por dejación de funciones del gobierno de Torra, que se vive en el gueto de Varsovia y Sánchez no quiere verlo.
Si va porque va, si no va porque no va, el caso es que Sánchez, a ojos de Rivera, es un rufián que deja a su suerte, cercana a la muerte, a los catalanes. Lo que supone desde el Gobierno de España un intento de cercanía con los catalanes, como un mecanismo de diálogo para hacer ver que el Gobierno se preocupa por Cataluña, que tiene a esa región en sus pensamientos no sólo como una rama legal del centralismo democrático, le parece mal a Rivera. La foto se la hará el presidente sin duda, pero claro la alternativa que parece derivarse de las palabras de Rivera es que quiere que Sánchez acuda a arropar a cada ciudadano catalán a su casa y darle un besito en la frente para que no se preocupe.
No ha faltado la boutade del día que demuestra la falta de rigor de presidente de esa secta naranja conocida por Ciudadanos.” Si algún día presido el Gobierno de España, el Estado estará siempre presente en Cataluña, no solo para la foto del Consejo de ministros” ha dicho el dirigente nacionalista español. ¿Dónde está la rareza? Que la autonomía catalana es Estado. La delegación del Gobierno, es Estado. La Judicatura es Estado. Los Ayuntamientos son Estado. Es tan simple e inculto que no sabe ni lo que es el Estado. En su cabeza lo único que parece ser Estado es la monarquía, las Cortes y los cuerpos represivos, el resto no es Estado. Parece que si no hay un guardia civil con tricornio no hay Estado en Cataluña cuando está muy presente, tanto como para que los secesionistas no pudiesen llevar a cabo su pretensión independentista. Si hasta eso lo ha comprendido una persona como Puigdemont, es increíble que Rivera, que dice que ha estudiado Derecho, no sepa algo tan simple.
No explica el pacto con los neofascistas a sus colegas europeos.
Lo que sí podría hacer Rivera, y se espera que lo haya hecho, es explicar a sus colegas del grupo liberal europeo (ALDE) cómo es posible que vaya a pactar el gobierno de Andalucía con los neofascistas de Vox. Cuando dice que el PSOE se alía con populistas y nacionalistas debería agachar la cabeza y explicar por qué él pacta con la ultraderecha, con los populistas de derechas, con los neofascistas, con lo que en los países europeos los liberales actúan evitando hasta casi el contacto. “Nosotros nunca vamos a ir de la mano de quienes sí lo hacen con Le Pen o con Wilders” ha dicho en Bruselas sin caérsele la cara de vergüenza cuando Vox es amigo de esas mismas personas. Él lo decía por Puigdemont, pero se olvidaba de Abascal. E insiste en que Susana Díaz se abstenga para que gobiernen los que tienen menos escaños. Lo lógico, por tener más votos los socialdemócratas, es que Ciudadanos pactase con el PSOE-A (ya lo han hecho) y que se abstengan PP y/o Adelante Andalucía. Pero como sólo piensa en dañar a Pedro Sánchez a cualquier precio, no le importa juntarse con el neofascismo.