El bueno de Tomás Roncero tiene fama de gafe. Tanta como tiene el alcalde Madrid, José Luis Martínez Almeida. Da igual el deporte que comente, en cuanto el madridista por excelencia habla sudan millones de personas. Basta que diga que tal equipo va a ganar de calle para que apostar por lo contrario salga rentable. De hecho, cuenta la leyenda, que durante los partidos del Real Madrid los compañeros madridistas del As (casi la plantilla al completo) le quitan el móvil para que no pueda tuitear. Bastante hay con sus intervenciones en Carrusel.
De hecho si el equipo blanco llegó a ganar la Champions es gracias a las malas artes de Roncero. Malas artes contra los equipos contrincantes, los cuales habrían sido ensalzados y alabados por el periodista. Sólo en un momento de su vida no ha sido un tío mufa, durante la última Eurocopa de Naciones en la cual, pese a que el resto del madridismo apoyaba a cualquier selección con jugador del Real Madrid, Roncero se mantuvo fiel a su selección nacional. Esa muestra de sentimiento español debió actuar de contragafe.
La maldad de Roncero
Ayer, junto al otro mufa-alcalde (quien estuvo a punto de hacer perder una liga al que dice su equipo), Roncero superó cualquier tipo de maldad cometida anteriormente contra el Atlético de Madrid. Ayer Roncero, consciente de su poder mufoso, afirmó que de ninguna de las maneras Cristian Ronaldo jugaría en el equipo rojiblanco. Si a eso le juntan que Almeida dijo que ya se le aplaudiría, viene el terremoto. Nada, ni nadie puede impedir que el portugués más odiado en el Calderón y el Metropolitano a lo largo de la historia vista las rayas torcidas del adefesio de camiseta de Nike (algo que no es consuelo).
Roncero cae bien porque hasta Florentino Pérez le tiene de idiota para arriba –y si alguien es señalado por el jefe de la cosa nostra española ya merece cierto aprecio- y sufre en los partidos como hace cualquier aficionado rojiblanco, bueno cualquier aficionado de verdad. Pero ha traspasado la raya, por torcida que esté, de la maldad. ¿Por qué tiene que colocar a Cipriano en el Atleti? ¿Por qué ha invocado a las fuerzas del mal para que eso suceda? ¿Tanto odio tiene al equipo rojiblanco para desearle ese mal? Porque esto no es un despiste o un enfado de madridista, no, aquí Roncero es consciente de su propio poder.
¿Qué tiene que ver Fleetwood Mac con el Atleti?
Ustedes se preguntarán, con razón, qué tiene que ver un grupo musical como Fleetwood Mac con el Atleti, la llegada de CR7 y Roncero. Nada mejor para entender que hacer un poco de historia.
Fleetwood Mac, después de la salida de su primer gran compositor, Peter Green, anduvo un tiempo con cambios en la formación y discos de una calidad más que discutible. Bob Welch (que luego obtendría un gran éxito con Ebony Eyes y Sentimental Lady) mantuvo algunas trazas de lo que había sido la banda en el pasado pero cuernos, peleas musicales y no ver nada claro provocó que se disolviese el grupo por un breve tiempo. El manager del grupo, aprovechando el tirón histórico, intentó quedarse con el nombre de la banda. Por ello Mick Fleetwood tuvo que conseguir un contrato discográfico pero sólo tenía a su lado al matrimonio McVie (John y Christine).
Mientras buscaba estudio para grabar ese disco que les permitiese quedarse con el nombre del grupo e intentar reverdecer viejos éxitos, escuchó la canción Frozen Love de un grupo llamado Buckingham & Nicks y alucinó con el guitarrista y su punteo. Contactó con Lindsay Buckingham para reclutarle a la guitarra para grabar el próximo LP. Este último puso como condición que se incluyese a su novia en el grupo, Stevie Nicks. Daba comienzo la etapa más exitosa del grupo (al menos a nivel comercial). El disco, titulado Fleetwood Mac, fue un éxito de ventas y proporcionó al grupo la posibilidad de hacer otro disco con más recursos.
La grabación de lo que sería Rumours estuvo teñida de peleas, divorcios, malas caras, borracheras, drogas y mucha mala leche. Buckingham y Nicks se separaron acabando bastante mal… hasta el día de hoy. Los McVie se divorciaron por cuernos y John aprovechó para beber un poco más todavía. Fleetwood también se divorció de su esposa y comenzó a coquetear (luego sería algo más) con Nicks. Lo que apenas un año antes era ilusión se transformó en un infierno… pero lograron editar uno de los discos más vendidos de la historia de la música. No volvieron jamás a ese nivel (aunque lo mantuviesen alto), ni dejaron las peleas entre los integrantes.
Roncero quiere convertir el vestuario del Atleti en un polvorín
¿Cómo enlaza todo esto? La maldad de Roncero provocará la llegada del portugués, el cual destruirá el ecosistema, frágil pero ecosistema sostenible, que existe en el Atleti. Está la cuchipandi; el clan balcánico; el clan francófono; el clan sudamericano, el clan brasileiro-portugués y dos o tres que se llevan bien con todos. Como en Fleetwood Mac hay un cierto equilibrio, con alguna peleilla, pero manteniéndose la situación estable.
En cuanto llegue la diva portuguesa-compra-bebés vendrán las malas caras, el intento de separar a este de aquel, la tontería en el vestuario; llegará la disolución de los matrimonios, la llegada de drogas (o cremas faciales, que viene a ser lo mismo), los cuernos… la destrucción de un equipo que hace dos temporadas campeonó. Si la llegada de Griezmann ya supuso una pequeña grieta, ahora será destruir todo. Ni Champions, ni leches fritas. Roncero quiere destruir al Atleti como se destruyó Fleetwood Mac. Que sí, que siguieron sacando discos juntos, pero de menor calidad y éxito.
Lo mejor para finalizar es dedicar a Roncero el tema que Buckingham escribió, con toda la mala leche del mundo, a Nicks: Go your own way.
Post Scriptum. Más jodidos deberían estar los del Sporting y el Oviedo porque no van a volver a jugar en primera.