Ahora que algún medio de comunicación habla sobre un posible embargo del Falcon del Ejército del Aire que utiliza el presidente del Gobierno, fuentes cercanas a Moncloa confirman un gran cambio. Pedro Sánchez ha decidido cambiar el avión que usualmente utiliza para sus desplazamientos, aunque sea a casa de su suegro, por un avión más grande, el Airbus A320neo.
El cambio se produce por logística y ecología. Comenzando por lo segundo, el A320neo es mucho más sostenible que el viejo Falcon. Tiene menor contaminación combustible y acústica. Como medida de resiliencia del transporte presidencial, nada mejor que ajustar sus movimientos a la Agenda 2030. Dicen cerca de Moncloa que “es mucho mejor avanzar en términos ecológicos y que la ciudadanía entienda que este cambio representa un hito de la aviación gubernamental al utilizar un medio tan ecológico”.
El cambio logístico vendría por la mayor capacidad de la nueva aeronave. Casi quince metros más de largo que permitirán al presidente tener un despacho con sofá-cama donde trabajar en solitario. Podrá desplazar a buena parte de su equipo en una zona donde habrá mesas y asientos confortables. Al igual, aquellos medios de comunicación más cercanos a la presidencia o empresarios escogidos podrán volar junto al presidente en una zona apartada de la gubernamental en los viajes internacionales.
A imitación del Airforce One estadounidense, con este cambio Sánchez quiere dotar a la presidencia del Gobierno de un aura majestuosa. Un simbolismo donde el presidente del Gobierno de “todos los españoles” (recalcan cerca de Moncloa) muestre al mundo la potencialidad del país. Una forma de hacer publicidad gratuita de España. Por ello la nueva aeronave, que también estará integrada en el Ejército del Aire, estará pintada con los colores de la bandera de España.
Además, señalan las fuentes, se cambia de un producto plenamente francés por uno con calado europeo. Tras la presidencia de la UE quiere Sánchez mostrar al resto de países que su alma europeísta es enorme y que no es verdad que en sus seis meses no haya hecho nada como le reprochan. Hasta Alberto Núñez Feijoo ha dado su aprobación en la reunión mantenida el pasado viernes, en espera de poder utilizarlo él, se supone.
Un A320neo surcará los cielos del mundo con Sánchez en su interior y la bandera de España reluciendo al contacto directo de los rayos solares. Algo que gustará a la comunidad de paganos españoles. Y lo mejor de todo es que lo pagará con fondos europeos y no costará dinero a los bolsillos de los españoles su compra, porque su mantenimiento sí.