Los medios de derechas pronostican elecciones anticipadas casi cada día. Es su deseo más íntimo tras inventar todo tipo de conspiraciones. Algunas del estilo “Cáritas Diocesana está controlada por Podemos”, como afirmó sin ruborizarse Francisco Marhuenda, a la sazón director de La razón. Y es posible que, al final, se salgan con la suya y Pedro Sánchez adelante elecciones. Eso sí, cuando él quiera y le venga mejor, no cuando se lo digan desde los medios de comunicación.
De momento, según fuentes internas del PSOE, ya se ha dado la orden a ciertos diputados y cargos del partido de dejar en suspenso muchas propuestas legislativas que se pensaban trabajar en lo que queda de legislatura. Ralentizar todo lo posible lo legislativo, salvo aquellas cuestiones que, entienden en Moncloa, son beneficiosas para el presidente del Gobierno. Según cuentan el partido debe estar preparado para la confrontación electoral desde ya hasta que Sánchez decida que es el momento. Y el momento no es ahora por su compromiso con Alberto Núñez Feijóo, pero una vez tome el mando del PP el presidente del Gobierno se siente con las manos libres para convocar adelanto electoral.
Mala relación con Podemos
Tanto en Moncloa como en Ferraz están cansados de Podemos. No de Unidas Podemos, si con ello se entiende la parte de IU y Yolanda Díaz, sino de la parte podemita pura del gobierno y el Congreso. No entienden, entre otras cosas, el empeño constante en apretar en cuestiones “culturales” y “postmodernas” cuando el contexto impone otro tipo de mirada. Aceptó Sánchez el anuncio de los 20.000 millones de euros del Plan de Igualdad para dorar la píldora a Irene Montero y a Ione Belarra y tenerlas contentas, pero le ha salido mal, muy mal.
Desde Moncloa se han dado cuenta, tarde, de que ese anuncio se ha vuelto contra el presidente del Gobierno. Algo que cualquier analista con medio cerebro funcionando hubiese previsto. Cierto que ese dinero no lo va a utilizar Montero para sus cosas queer y es un corta y pega del dinero para permisos de maternidad, paternidad y demás bajas de otros ministerios. Pero esa fuerza simbólica de los 20.000 millones en manos de la ministra de Igualdad han soliviantado a las personas que se las ven y desean para pagar la luz y el gas.
Una concesión publicitaria estúpida que, además, no ha servido para contentar a la parte podemita. De hecho la situación ha empeorado a nivel de confianza por la posición, nada gubernamental, de querer sorber y soplar en el conflicto con Ucrania. Por no hablar del error del Sáhara. Sánchez no aguanta a las gentes de Podemos y las gentes de Podemos no aguantan a Sánchez.
Díaz está siendo laminada desde dentro
Otra de las cuestiones que permitían a Sánchez vivir, políticamente, mirando hacia conseguir completar la legislatura era el buen momento barométrico de Díaz. Mientras la ministra de Trabajo aguantaba el tirón de popularidad y tenía el compromiso de la parte podemita de unir fuerzas con su persona, en esa supuesta plataforma personal, Sánchez respiraba y aguantaba a Montero y cía. Ahora que desde Podemos quieres desbrozar a la gallega antes de que les desbroce ella, ya no tiene motivos para aguantarles.
Con la suma de Unidas Podemos, en Moncloa hacían sus cábalas de diversos gobiernos Frankenstein. Hoy dudan que los números cuadren completamente. Y lo peor es que el PSOE ha perdido un tiempo valioso, piensan dentro del partido, para ir más allá de ese 27% que es la moda de las encuestas. Díaz sigue teniendo su apoyo popular, pero no tiene partido. Y sin partido, en España, no hay diputados por mucha política de plataformas personales a la que juega la clase dirigente actual. Un pueblo, un líder. Si no se suma, hay que buscar que el PSOE aumente su número de apoyos.
Elecciones parciales con malos resultados
Al no tener asegurado un resultado mejor que en las últimas elecciones, pese a que el CIS diga que Sánchez va a gobernar el universo, es obvio que Sánchez no convocará elecciones para abril o mayo. Los resultados electorales últimos tampoco animan a lanzarse ya mismo. Derrotas claras en Galicia y Castilla y León y un buen resultado en Cataluña, que no es el mismo que hace tiempo. Deben ganar terreno en los sondeos para asegurarse quitar apoyos a otras fuerzas. Eso implica esperar hasta final de año y hacer coincidir las elecciones generales con las andaluzas (que si no hay adelanto se celebrarán obligatoriamente en esas fechas). Pero…
…está el temor a que la microeconomía se lleve por delante al Gobierno. Los datos no son buenos. No eran buenos en enero con una inflación cercana al 7% (que se minusvaloró), ni lo serán en abril con una proyección del 12%. Esto genera muchas dudas a los chicos de Pepiño, los cuales son la actual guardia de corps del presidente, pues no pueden adelantar las elecciones a mayo con el anuncio de una gran rebaja fiscal. ¿Por qué no pueden adelantar las elecciones a mayo?
La Cumbre de la OTAN
Porque Sánchez necesita ser presidente del Gobierno durante la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid a finales de junio. Hasta esa fecha, donde el presidente podrá lucir palmito e intentará que EEUU le perdone los pecados, no hay posibilidad de adelanto electoral. Cuestión bien distinta es que, y sólo es un rumor, cese a las gentes de Podemos poco antes de la cumbre y después convoque elecciones para septiembre. Quiere su foto con Joe Biden y demás mandatarios más sentirse rey por un día.
La duda, por tanto, está entre adelantar las elecciones a septiembre o adelantarlas para que coincidan con las andaluzas. Cuestión bien distinta es si a Juan Espadas le agrada que coincidan ambas elecciones o no. Bueno, en realidad a Sánchez lo que diga Espadas le importa entre poco o nada. Las órdenes son claras para el cuerpo legislativo y para el aparato de Ferraz, el tiempo parlamentario se ha acabado. Comienza el tiempo electoral y se espera que los miles de millones con los que van a surtir a empresas y organizaciones sirvan para vencer de nuevo.