Ninguno de los dos posee un verbo fácil y turbador, pero las sopas con honda que le está dando Pedro Sánchez al presidente del PP en esta ¿pre?campaña electoral son para recordar durante años. Es tan insulso el discurso de Pablo Casado que hasta La razón de Marhuenda se ve en dificultades para intentar situar alguna noticia del pepero. En ABC directamente han desistido y ya ni le nombran. Han tomado conciencia que el segundo no sustituirá al primero al frente del Gobierno y es mejor centrarse en otra persona porque nadie quiere hundirse con un nuevo Hernández Mancha.
Durante el fin de semana ambos han tenido sus actos electorales como era de esperar. Casado decidió sacar el disfraz de stand up (comediante) para hablar a los más jóvenes de su partido como si fuese uno de ellos. Así, en plan colega. Incluso se atrevió a incorporarse como uno de esos jóvenes que tanto sufren para emanciparse y trabajar. Hay que tener cara para hablar de trabajo cuando no se ha trabajado en la vida, cuando los estudios se los han “arreglado” y ha vivido gracias a todos los chiringuitos políticos del PP. Al igual que Isabel Díaz Ayuso, eso del concepto de libertad no es que lo entienda mucho Casado –en realidad confunden libertinaje y elitismo con libertad-, tampoco tiene capacidad de abstracción para llegar al concepto y comprenderlo absolutamente, pero como parece que le funciona a quien le está moviendo la silla, pues él también se lanza a usarlo sin ton, ni son.
Sánchez por su parte ha utilizado el concepto en su sentido positivo, o lo que es lo mismo, en el sentido socialista de la libertad para dejarle desnudo frente al mundo. Frente al negacionismo pepero del cambio climático en base a la completa destrucción del planeta por el mercado, el presidente del Gobierno advirtió: “votaron en contra de la Ley que protege el medio ambiente en nombre de la libertad…. Eso sí, de la libertad para contaminar, claro, no de la libertad de respirar aire limpio”. Frente a la mochila austríaca del PP –vamos que cada cual se pague su paro, su formación laboral, si es que tiene dinero- Sánchez antepone la solidaridad y salvar a la población a la que la crisis pandémica está arrastrando. Frente a hacer recorrer a personas mayores todo Madrid para vacunarse, haciéndoles pasar horas de pie, nada mejor que entender que la “libertad es vacunar y vacunar: organizados y rápidos y en los lugares más próximos al domicilio de los mayores, a quienes tanto les cuesta desplazarse”.
Realmente lo anterior forma parte del discurso, en el cual Casado ya se muestra completamente como un ultraliberal con toques rancios, pero lo que más duro se le hace al presidente pepero es la carencia de protagonismo. Sánchez la tiene por su cargo de presidente, pero es que además en su propio partido le hacen luz de gas a Casado, prefiriendo el cara a cara con el presidente gubernamental y sin espacio para el supuesto dirigente principal. Cómo será la situación que lo han filtrado al BOE del PP, El mundo, para que lo pusiese en portada, añadiendo no-sé-qué del PSOE de Madrid. En la antigua FSM si hay quien protesta será por haberse quedado fuera de las listas, porque los que llevan tiempo quejándose no están ni en la Ejecutiva. Calma chicha. Sin embargo, en el PP ya se han debido percatar que Casado supone restar para Ayuso; que Casado es un cero a la izquierda; que Casado ni está, ni se le espera por Madrid; y eso es una puñalada gorda que le está doliendo. Mientras se duele por las esquinas, Sánchez juega en la Champions con otros equipos donde no está Casado.
Estupendo su artículo y olvidemos el lapsus cálami, sopas con honda. Saludos.