Las cuentas anuales de Banco Santander reflejan que el Patrimonio Neto de la entidad creció entre 2016 y 2017 en 4.134 millones de euros, desde 102.699 millones de € a 106.833 millones de €.
Cabe preguntarse si esa evolución concuerda con la comunicación que ha hecho Santander en los medios, especialmente vinculada a la compra de Banco Popular por un euro y la posterior ampliación de capital en 7.000 millones de euros para «financiar» la compra del Banco que, según JP Morgan, Morgan Stanley y Credit Suisse, reportará al Banco Santander una rentabilidad superior al 20%.
A primera vista, con independencia de otros ajustes, el patrimonio neto del Santander debería haber crecido como resultado de sumar los recursos obtenidos en la ampliación de capital y el resultado neto de impuestos y dividendos.
Ambos conceptos que, a priori, exceden los 11.000 millones de euros que es lo que en condiciones normales habrían crecido los recursos propios, el patrimonio neto del Banco. Sin embargo, eso no es lo que dice el Informe de Auditoría publicado por el Santander.
Empecemos con los datos de manera sucinta. En la página 24 del Informe de Auditoría y cuentas anuales 2017, se dice que el Resultado del Ejercicio (bruto) fue de 8.207 millones de euros y en el asiento siguiente indica que «otro Resultado Global» fue de 7.320 millones de € negativos. Para sorpresa del lector, en esa página dice que el Resultado Global Total del ejercicio fue de 887 millones de euros, nada que ver con los más de 8.000 millones brutos de resultados (6.617 millones de netos) publicados a bombo y platillo. A ese resultado se llega después de deducir de la conocida cifra de 8.207 millones dos conceptos, uno denominado «Elementos que no se reclasificarán en resultados» por -88 millones y «Elementos que pueden reclasificarse en resultados» por -7.232 millones de euros, que se deben fundamentalmente a 8.014 millones de euros de pérdidas por cambios de divisas, puntualizando que no se contabilizan en resultados sino en patrimonio neto.
El auditor se cubre diciendo que el Santander se acoge a la posibilidad de no pasar esos ajustes por resultados, por la cuenta de pérdidas y ganancias, porque daría una imagen negativa del Banco y lo ajusta directamente en el patrimonio. Dado que Santander ha trasladado a los medios que por la compra de Popular se producía una necesidad de capital para cubrir «los agujeros del Popular», nos encontramos con que en 2.017 la entidad cántabra tuvo que realizar un ajuste en su patrimonio enorme, de más de 8.000 millones de euros, a consecuencia de su exposición a las diversas economías en las que opera y que en realidad, lejos de aportar resultados al Grupo, le reducen su patrimonio en 8.000 millones. es decir, la ampliación de 7.000 millones lanzada «para comprar Popular», tenía por destino compensar en parte el agujero causado por la exposición del Santander a las diversas economías afectadas por la fortaleza del euro. Hay que reseñar que, salvo el zloty polaco, todas las divisas de los países en los que opera el Santander (Estados Unidos, Brasil, México y Reino Unido) han evolucionado muy negativamente respecto al euro.
En las páginas 26 y 27 del documento se ve con toda claridad la «esperpéntica» gestión de los recursos propios del Santander y las diferencias con la comunicación pública, en la que no hay rastro en medio de comunicación alguno de estos impactos negativos.
Resumiendo, en esas dos páginas nos dicen, que los siete mil millones de la ampliación para la compra del Popular se ven reflejados en las rúbricas de Capital y Prima de Emisión. A eso se suman 3.483 millones de variaciones en ganancias acumuladas que responden a transferencias entre componentes del patrimonio neto que debería haber aumentado con estas dos partidas en casi 10.500 millones de euros, pero el Santander tiene que restar la 7.300 millones de euros de otros resultados globales acumulados por lo que, a consecuencia de otros ajustes el patrimonio, sólo crece en 4.100 millones pese a haber ampliado capital en 7.000 millones y ganar, a bombo y platillo, 6.617 millones de euros. Por tanto, el patrimonio neto del Banco habría disminuido en casi 3.000 millones de euros si no hubiese ampliado capital en 7.000 puesto que el beneficio del año se esfumó en cubrir las pérdidas por la evolución de las divisas e, increíblemente, haber distribuido dividendos. Un dato verdaderamente escalofriante.
En resumen, el Santander no dice la verdad cuando dicen que ampliaron capital para cubrir la compra del Popular. Esto lo demuestran sus propias cuentas y el informe de su auditor demuestra que ampliaron capital para tapar su agujero de 8.000 millones de euros, producido por la evolución de las divisas extranjeras en los países en los que opera el Santander: EE.UU., Brasil, México o Reino Unido. Ya lo advirtió el FMI cuando afirmó que el Santander era un peligro sistémico.