El día 31 de mayo de 2017, Emilio Saracho recibió un correo electrónico de Jaime Ruiz Sacristán, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores y primo de Antonio del Valle, en el que le advertía de la noticia de Reuters sobre las declaraciones de Elke König, presidenta de la JUR, respecto del Popular.
Como podemos comprobar, Ruiz Sacristán envía el correo preocupado por lo que pudiera ocurrir tras esas declaraciones de König, en las que afirmó, entre otras cosas que, “el Mecanismo Único de Resolución (MUR) está siguiendo la situación [(del Banco Popular) con particular atención con vistas a una posible intervención (…) Los preparativos”. En concreto, el mexicano advierte a Saracho que “esto nos puede afectar mucho mañana”, algo que, por desgracia, fue una premonición acertada puesto que salieron más de 5000 millones de euros en depósitos.
Sin embargo, ante una situación tan grave, Saracho responde con un lacónico “Lo sé”, como dando a entender que es inevitable el desastre. Pero no se quedó ahí, sino que, con toda la soberbia que le caracteriza tilda la información como de un refrito de las declaraciones que hizo a Bloomberg la propia König, lo cual no era cierto puesto que en la entrevista realizada por la cadena de televisión la presidenta de la JUR “sólo” se refirió al Popular cuando dijo que “nunca hemos hablado de casos individuales, pero hay varias entidades en nuestro radar. Por supuesto, Banco Popular es uno de los casos que estamos mirando, pero no es el único”. En ningún momento la ejecutiva alemana afirmó que se habían iniciado los preparativos de la resolución.
Pero Saracho fue más allá en su respuesta al quitarle importancia porque, según él, las declaraciones a Bloomberg no tuvieron impacto y, si se comparan con el que tuvo la noticia del día 11 de mayo sobre la posible quiebra del Popular publicada por El Confidencial, el ex presidente tenía razón pero sí que produjo un descenso de la liquidez, tal y como se ve en el siguiente gráfico:
Finalmente, Saracho reconoce que había alguien interesado en esas declaraciones. ¿Quién podía ser? ¿Quién estaba ya negociando con los activos del Popular? A partir de ese momento se desencadena el golpe final al Popular. Dos días después Uría envió las instrucciones para la declaración de inviabilidad y el plan de acción para el día de la resolución. El día 3 de junio se pone en marcha el Proyecto Hipócrates por el que se anunció la intervención del banco a las cinco entidades españolas. El día 5 de junio se produjo la retirada de depósitos por parte de las instituciones y empresas públicas que la Audiencia Nacional comenzará a investigar por la posible utilización de información privilegiada.