El presidente de la Comisión Especial sobre el Mar Menor y diputado regional socialista, Antonio Guillamón, ha mostrado su satisfacción por el “alto grado de consenso obtenido con las enmiendas aprobadas ayer al Proyecto de Ley de Medidas Urgentes para garantizar la sostenibilidad de la laguna”.
En la primera parte, de las cuarenta y cinco enmiendas presentadas, veinticinco se han aprobado por unanimidad, tres se han retirado y cinco se han aprobado por votación de los grupos de la oposición.
Las cuatro enmiendas aprobadas por unanimidad ayer son las que hacen alusión a la presentación de una memoria de diseño de la plantación a la Consejería “en forma de declaración responsable”; sobre la prohibición de creación de nuevas superficies de cultivos o ampliación de las existentes; la restitución a sus condiciones originales de todas la superficies situadas fuera del perímetro de regadío legal; y, por último, que se deje como en el decreto la referencia a la recepción de metales pesados procedentes de la minería.
Se ha retirado la que hacía alusión a la obligatoriedad de colocación de hileras de piedras a pie de las plantaciones.
El resto de enmiendas ya se han aprobado por “votación mayoritaria” de la oposición como la que se establece los nuevos límites de zonificación; la que pide que se destine el 5% de la superficie para la reducción de la contaminación difusa agraria; otra para que se eliminen las cuatro secciones que conforman el texto inicial y que hacían referencia a las distintas zonas; otra enmienda para que se cumplan las obligaciones de aplicar barreras vegetales en las zonas 1, 2 y 3; y una última relacionada “con las numerosas advertencias por parte de los investigadores y organizaciones de defensa de la naturaleza sobre las consecuencias de la falta de actuaciones adecuadas en el entorno del Mar Menor”.
Además, se ha aprobado una enmienda de supresión de algunas especies vegetales que aparecen en el listado de especies “con interés en conservación de suelos”; otra de supresión de texto en la que se proponía “la utilización de especies silvestres autóctonas con capacidad de retención de suelos y nutrientes”; y otra de adición que obliga a la reparcelación, recuperando las pendientes, mediante pequeños abancalamientos para facilitar la filtración del agua de lluvia y escorrentías en caso de nuevos regadíos regularizados en los últimos planes de Cuenca; además de otra sobre la implantación de las técnicas de rotación de los cultivos.
Presiones de los agricultores
Antonio Guillamón ha reconocido que el grupo socialista “ha recibido numerosas presiones por parte de los lobbies del sector agrario regional en los últimos días”.
“Estamos de acuerdo -añade Guillamón- con los agricultores de que la agricultura no es la única fuente de contaminación del Mar Menor y entendemos sus críticas al Partido Popular por haber redactado una ley que no considera otros focos de contaminación, como la presión urbanística, las embarcaciones a motor, los residuos mineros y en general lo concerniente al modelo de desarrollo turístico de los últimos años”.
El diputado socialista indicó que “es difícil conciliar los intereses de las actividades económicas con la protección del Mar Menor, y más ahora que sufrimos las consecuencias de la pasividad de los gobiernos del PP de esta Comunidad que han permitido actuaciones que jamás deberían haberse dado en este entorno y que han agravado su situación”.
Por último, Guillamón añadió que su grupo tiene intención de seguir trabajando en la redacción de una Ley integral para el Mar Menor, que contemple todos los factores que incidan en la contaminación de esta zona “a fin de garantizar la gobernanza de este extraordinario paraje natural que tiene la Región de Murcia, considerando la Estrategia Integrada en la que se trabajó hace unos meses y el Plan de Gestión, que habiendo estado durante dos meses en exposición pública continúa sin aprobarse”.