Fuente: ATM SAD

Como sucede en todas las salidas de jugadores de sus respectivos equipos, siempre hay viudas de los que abandonan la institución. Las llamadas «Viudas de…» son un clásico en todas estas situaciones. En el Atlético de Madrid ha pasado con Azpilicueta —en especial con sus milfs—, Witsel y Reinildo por haber dado lo poco o mucho que tenían. Sin embargo, hay un jugador que, pese a tener sus viudas, concita casi una unanimidad en su salida: Rodrigo De Paul.

En la prensa nadie está llorando por su posible salida. Algunos dirán que es por aquello de estar a bien con Miguel Ángel Gil Marín, pero es que los que no son especialmente pelotas con el mandatario tampoco lloran demasiado o nada. Unanimidad en que debe salir por el precio justo. En esto del precio justo hay diferentes versiones. Rubén Uría mete lo que queda de amortización del fichaje (5-6 millones) más el salario del año que viene para llegar a una cifra mínima de 13 millones. Otros hablan de quince. Los aficionados no saben ni qué precio poner. Quitando la trampa de poner el salario, porque total no se lo vas a pagar, entre doce y quince se quitaría la amortización y habría cierto remanente. Como dice David Vinuesa aquí no ha venido el Inter… de Milán a por él sino el de Miami.

En realidad viene a dar lo mismo por el dinero que salga. Cierto que el mínimo debería ser lo que falte de amortización para no entran en negativo, pero a partir de ahí lo que se consiga en la negociación va a ser demasiado. Es más hasta una buena tropa de aficionados le llevarían directamente a Miami si hiciese falta. El argentino se ha reído del Atlético de Madrid durante cuatro años, que se han hecho larguísimos. Ha jugado cuando le ha apetecido, casi nunca, y el tipo todavía quería renovar con una pequeña alza salarial. ¡Vete por ahí! Dice Jesús Doniphon Martínez que ha jugado bien cuatro meses o setenta minutos por partido. Será que no hemos visto los mismos partidos porque en muchos salía cansado nada más comenzar el juego.

Sinvergüenza, fiestero y vago como él solo, es es lo que queda de De Paul. Algo que ya advertían los aficionados valencianistas cuando lo fichó el Atleti. «¡Ah, pero lo defiende Simeone!», dicen algunas viudas. El Cholo Simeone no suele ser de los que hablan mal de los jugadores y si le gusta que se lo lleve a su casa pero es una de las salidas claras, la cual espera la afición se concrete cuanto antes. Porque el tipo tiene cara para quedarse el año que le falta, para rascarse las partes pudendas y preparar el Mundial de Selecciones a costa del Atleti. Es verdad que el Cholo ve cosas, pero el resto también. Y este jugador no puede vestir las rayas canallas más.

Luego están los que dicen que con el dinero que darán por el jugador no se puede fichar un jugador de su calidad… ¿Y qué? La SAD tiene recursos para fichar por treinta millones, con los cuales fichas a tipos que por lo menos tengan ganas de jugar todos los partidos y con calidad similar. Que De Paul no es Zico, ni Alemão, es bastante más limitado, pero como no ha habido nadie que sepa que el balón es redondo parece que es algo descomunal. Si lo fuese el Bayern lo querría, pero no. Incluso el Bidón ese que están intentado colocar Don Mingos y Juantxito —a saber qué oscuros intereses tendrán ambos porque el primero es la cuenta C de Mendes— valdría. No es complicado, pero De Paul fuera.

Y Thomas Lemar también, pero esto va a ser casi un milagro. Por cierto, jugador al que el Cholo también le ve cosas especiales. Como dijo Uría, salvo cuatro, por el resto están abiertos a ser vendidos con mayor o menor dolor, pero se escuchan ofertas. Algunos se irán y otros llegarán, esto es ley de vida futbolística, pero De Paul cuanto antes mejor. ¿Ahora? ¿Ya? ¿En qué instante?

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