En otras temporadas los medios nacionalmadridistas se dedicaban a mentior descaradamente sobre posibles fichajes de equipos de campanillas por jugadores destacados del Atlético de Madrid. Tal actuación provocaba las risas de la mayoría de la afición porque, o bien no se lo creían (mayoría), o bien era tan absurdo el fichaje que era una risión (mayoría también). Eso era cuando el equipo rojiblanco estaba formado por una banda. En cuanto llegó el Cholo Simeone al banquillo rojiblanco insistieron en la táctica para “desestabilizar” a los jugadores pero no causaba más que choteo. Además todo el mundo sabía la táctica: periodista que no cubre la información del Atleti, en programa nocturno de gentes que odian al Atleti y reproducido por redactores jefe del nacionalmadridismo.

Ahora la táctica ha cambiado completamente. Ahora los Floren’s boys ya no hacen nada, esperan a la salida de pata de banco de su amo y protector y se lanzan a repetir las consignas por absurdas que parezcan. Más que consignas es consigna: los árbitros tienen una conspiración contra el Real Madrid. La gran conspiración mundial de nuestros tiempos ni es el reemplazo, ni es el wokismo, ni nada por el estilo, es que al equipo del ser superior no le han beneficiado con una tarjeta roja (esto en los casos con tintes de realidad) o se ha cometido un penalti anticonstitucional o hay una pausa de hidratación ilegal.

A veces ejecutan lo mismo contra otros equipos que agachan la cabeza y asumen que nada pueden hacer contra el controlador de España. Salvo el Atleti, como bien ha dejado claro esta semana. Todo comenzó con el Cholo Simeone diciendo que pasaba lo que lleva pasando cien años, algo que les dolió y mucho, pero tuvieron que tragar biberón. Ahora es un arbitraje típico de la liga española (malos todos) el que le hace ver conspiraciones. Nunca van a mirar al palco, ni al fútbol, siempre es lo otro lo que no funciona y por ello ponen a funcionar, semana sí, semana también, su particular máquina del fango que es Real Madrid TV. Es su canal, que digan lo que quieran, el problema, como ha denunciado el Atleti y algún otro con la boca pequeña, es que eso se reproduce en los medios nacionalmadridistas para condicionar los arbitrajes.

La mayoría callan pero, especialmente esta semana, el Atleti ha dicho basta y con un par de mensajes en X ha desenmascarado al ser superior y su máquina de fango. Un par de mensajes que han hecho daño —sólo hay que ver las respuestas de la isidorada—, tanto entre los aficionados blancos, como entre parte de la prensa. Los primeros tendrán que aguantar, los segundos deberían hacer un examen de autoconciencia. No lo harán porque e juegan el puesto. Ahí queda eso. De los otros 18 pocos o muy pocos se atreven a levantar la voz, entre otras cosas porque carece de ambición deportiva. Su presidentes viven muy bien en la mediocridad y se sirven de las presidencias para otros negocios. ¿Para qué molestar a quien puede echar una mano en un momento dado?

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