Hoy se inicia el Congreso Extraordinario del Partido Popular donde se elegirá al próximo presidente o presidenta con un claro favorito y una candidata buscando la unificación de candidaturas para no pasar por el trago de la derrota. Sin embargo, para la propia Soraya SS perder estas primarias sería una gran oportunidad tanto para su futuro como para el del partido y el de España.
Soraya SS tiene un futuro muy prometedor como alta directiva en el banco que preside su amiga Ana Patricia Botín. No en vano, ya ha enviado a una avanzadilla de gente de su confianza que está ocupando importantes cargos dentro de la entidad cántabra. María González Pico, su jefa de gabinete, ahora forma parte del equipo que trabaja directamente con Ana Botín; Jaime Pérez Renovales, amigo personal de la ex vicepresidenta y actual secretario del Consejo de Administración del Santander; Elena Sánchez, número 2 del CNI bajo el mandato de Soraya SS, es ahora jefa de seguridad de la entidad cántabra. A todo esto hay que unir el hecho de que una de las personas que ha acompañado permanentemente en la campaña a Sáenz de Santamaría, Isabel Tocino, fue consejera del Santander y, en la actualidad, es la presidenta del Pastor, entidad perteneciente al banco presidido por Ana Patricia Botín tras la operación del Popular.
La propia presidenta del Santander sabe del valor que podría aportar a la entidad Soraya SS y, amistades aparte, ya la colocó en la lanzadera durante la reunión anual del Club Bilderberg en Turín, puesto que, según ha sabido Diario16 de fuentes muy solventes, el invitado por parte del PP era Pablo Casado. Sin embargo, la presidenta del Santander removió la invitación para que fuera Soraya la asistente a la cumbre donde las élites mundiales deciden el futuro de toda la Humanidad.
Hay que tener en cuenta que la propia Soraya SS ya se ha interesado a través de distintas instancias oficiales de la situación de la operación del Banco Popular en referencia al contexto oficial en que se encuentra en caso en la actualidad.
La personalidad de la ex vicepresidenta es perfecta para ocupar un alto cargo en el Santander, sobre todo teniendo en cuenta los modelos de trabajo de la entidad presidida por Ana Patricia Botín, porque Soraya SS es una mujer muy capacitada, muy cualificada y que sabe manejar la información de la que dispone a la perfección «por el bien común». No en vano, Manuel Domínguez Moreno, editor y presidente del Consejo Editor de Diario16, la premió en dos ocasiones cuando presidía la revista Cambio16 por su gran capacitación para ostentar el cargo que ocupó hasta el mes de junio de este año.
Sin embargo, España necesita a una persona con capacidad renovadora por las graves amenazas políticas que acechan al país, sobre todo en el entorno de la derecha. España necesita a un conservadurismo liberal, democrático y transparente, como cualquier democracia madura que respete la diversidad ideológica y no priorice la destrucción del adversario político como un elemento fundamental para imponer sus posicionamientos, tal y como hacen quienes se disparan en las encuestas gracias al discurso del odio o a la vacuidad de los razonamientos conservadores populistas, algo que ya hicieron otros en la década de los años 30 del siglo XX.
El centro derecha español necesita una renovación profunda, acercarse aún más al pueblo en vez de a las élites, escuchar la voz de la calle para, dentro de sus límites ideológicos, interpretar la democracia como un elemento de cohesión y no de separación de clases. En el propio Congreso de los Diputados pudimos ver a un diputado interrogar al vicepresidente del Banco Santander —quien estuvo acompañado de la plana mayor entre los que se encontraba el amigo de Soraya, Pérez Renovales—, desde un posicionamiento cercano a los afectados del Caso Banco Popular y no como muralla china de la entidad cántabra.
Por eso resulta sorprendente la petición de unificación de candidaturas porque, en primer lugar, los planteamientos de Soraya SS y de Pablo Casado son absolutamente divergentes y, en segundo término, la unificación debería hacerse en base a un proyecto de renovación del PP, y eso la ex vicepresidenta no lo representa.
Soraya Sáenz de Santamaría dará un gran servicio al Partido Popular y a su amiga Ana Patricia Botín si da un paso atrás o si queda libre de responsabilidades políticas porque la personalidad y sus modos de manejo de las informaciones pueden ser un garante para lograr alcanzar el Gobierno de España en un corto plazo de tiempo.