El juez Llarena del Tribunal Supremo manda a prisión a los cinco políticos catalanes, Turull, Rull, Romeva, Bassa y Forcadell procesados por malversación y rebelión. El magistrado ha dictado prisión incondicional y los procesados serán enviados a las cárceles madrileñas de Estremera y Alcalá Meco.
La noticia ha sido un auténtico mazazo para el bloque soberanista en general, y muy especialmente para los cinco procesados y sus familias, que esperaban a las puertas del supremo, con la esperanza de volver con ellos a Cataluña.
La noticia ha sido un autentico mazazo
Las propias familias, con ojos llenos de lágrimas, en una tarde fría de Madrid, miraban a los ojos los periodistas esperando no encontrar la confirmación de lo inevitable.
Pablo Llarena considera que existe riesgo de fuga y de reiteración del delito. El magistrado hace hincapié «en la concurrencia con otra pluralidad de factores». E insiste en «el claro desprecio de los procesados al acatamiento de las decisiones de la autoridad judicial, las cuales se han desatendido de manera sistemática durante los últimos años».