“El PSOE ha roto el acuerdo de investidura por los incumplimientos en materia de regeneración” ha dicho Juan Marín y al segundo toda Andalucía (y parte de España) ha prorrumpido en una gran carcajada. Algunos y algunas incluso han sufrido dolores de tripa por el gran chiste que han contado en la reunión de Ciudadanos en Málaga. Dicen las malas lenguas que el pobre Francisco de la Torre ha estado a punto de infartarse. Antonio Maíllo de Izquierda Unida casi entra en colapso porque desde Chiquito de la Calzada no se había “jartado a reír” así. Y lo mejo ha sido que Marín lo ha dicho con rostro serio y con cara de enfadado. No es que sea la alegría de la huerta el hombre, pero ha demostrado unas buenas dotes actorales.
Pero no ha sido lo único gracioso que ha dicho Marín, bajo la atenta vigilancia de José Manuel Villegas (porque como buena secta, siempre mandan a un jefe a controlar que no hablen más de lo necesario y lo que le han dicho en el despacho), ha querido vender una moto que ni tiene ruedas, ni motor. “El PSOE se ha mostrado sin ninguna voluntad de diálogo, se ha negado a hablar de eliminar privilegios, puertas giratorias, de poner en marcha una ley de subvenciones para acabar con el amiguismo… Todo esto nos lleva a plantear una situación que no queríamos” ha afirmado sin ruborizarse Marín. Porque todos sabemos que en Ciudadanos no se han beneficiado del amiguismo… ¡Ah que sí! Como demostramos no hace mucho. Pero los privilegios no los han utilizado… ¡Ah que sí! En distintos consorcios y mancomunidades. Pero no están implicados en ningún caso de corrupción… ¡Ah que sí! Resulta que el alcalde de Espartinas ha dimitido porque le han imputado.
Al menos no se ha puesto chulo como su jefe Albert Rivera, quien no ha tenido el valor suficiente de salir a hablar después de haber dado él personalmente 48 horas a Susana Díaz. Pero las risotadas de Andalucía entera, incluso dentro de su propio partido, vienen porque llevan sin argumentos y sin hacer oposición tres años y medio. Y ahora, cuando saben que Díaz va a adelantar las elecciones (¡Tres meses!) salen a hacerse los indignados. Durante todos estos años, meses y días han sido lo colaboradores necesarios de todo lo bueno y malo que se ha hecho en Andalucía. A Juan Marín se le conoce más por enfocarle en Canal Sur sonriendo a la presidenta de la Junta que por sus palabras y críticas. Es más, habrá gente en Andalucía que debe pensar que es un consejero del PSOE antes que el dirigente de Ciudadanos (igual esa es su estrategia para conseguir votos).
La ópera bufa de Ciudadanos ya no cuela. El cuñadismo ese de querer aplicar la weberiana ética de las convicciones, cuando llevan con la ética de las responsabilidades todo este tiempo. Realmente exageramos porque es muy probable que no sepan ni quien es Max Weber. Retrocedamos y digamos, que ahora se ponen muy dignos porque no se cumple lo ético, cuando llevan tres años y medio tragando con lo estético, con las trapacerías y viviendo del momio tan ricamente apoyados por San Telmo. Por cierto, que Díaz y el PSOE-A tenían prohibido a sus activistas en redes dar cera a Ciudadanos. Tal era la compenetración para que ahora nos quieran decir que se han peleado y no se ajuntan. Cuando es obvio que si Ciudadanos y PP no suman (que no lo harán), cuando gane las elecciones la actual presidenta (si Adelante Andalucía no lo impide), Marín y Díaz se volverán a morrear políticamente y pactar. Raro es que no lleven hasta el mismo programa electoral.
Risas, muchas risas. Esperando estamos los debates en Canal Sur para ver qué caras ponen. Porque Moreno Bonilla y Teresa Rodríguez tienen para darles a ambos partidos lo que quieran y más. Tan poco se fían de Marín que la campaña y parte de la cartelería de Ciudadanos seguramente tendrá la cara de Rivera y Arrimadas. Es que son más conocidos ellos dos como gente del partido naranja que los dirigentes actuales.