Pobre Albert Rivera. Donde no tiene el colchón del Ibex-35, las redes sociales, le suelen pintar la cara cada poco tiempo. Después de los posibles bots el día de la sentencia de la manada, cuando todos en Ciudadanos estuvieron callados hasta que Rivera sacó su tuit, y le siguieron los demás en “manada” y siguiendo la doctrina del centralismo democrático, ayer la pifió con su reivindicación feminista. Y todo por culpa de Clara Campoamor, de quien poco o nada conoce el dirigente naranja porque no viene en los manuales de cuñadismo o sobre cómo seguir las normas del establishment.
En una de las efemérides que suele sacar el diario El País destacan que tal día como hoy Clara Campoamor defendía el derecho a voto de las mujeres. Y como el cuñadismo le puede, pues hala, a soltar la frase del día: “Clara Campoamor derrotó con su visión liberal y progresista a los que se oponían al voto femenino, desde socialistas a conservadores. Aquí el discurso de una mujer valiente que creía en la libertad y la igualdad y huía del sectarismo”. La clave está en lo que hemos marcado en negrita. Campoamor fue diputada del partido Radical de Alejandro Lerroux, el emperador del Paralelo, el carismático catalán que fue calificado de populista y demagógico (justo como a Rivera), y que apoyaba a las izquierdas y las derechas. Un partido que sí se negó a votar en favor del voto femenino. Así pues, fueron los antecesores de Ciudadanos los que no votaron a favor del voto femenino, no los socialistas del PSOE que votaron a favor. De hecho, si no hubiese sido por el voto del PSOE no habría voto femenino, como puede verse en la imagen de abajo.
Clara Campoamor derrotó con su visión liberal y progresista a los que se oponían al voto femenino, desde socialistas a conservadores. Aquí el discurso de una mujer valiente que creía en la libertad y la igualdad y huía del sectarismo. https://t.co/xOZcRA4TKt
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) April 30, 2018
Ciudadanos tiene un problema, tal y como han indicado diversos medios de comunicación, porque las mujeres no les apoyan. Sus devaneos machistas y en favor del establishment, les hace aparecer como adversarios del feminismo. Sólo cabe recordar que no apoyaban la huelga feminista, pero sí que acudieron a la foto de la manifestación del 8 de marzo. Y como Albert Rivera se mueve por lo que le dicen las encuestas pues se tira de cabeza sin pensar y sin conocer, que es peor. Porque Rivera demuestra una vez más la nula cultura que tiene para aspirar a dirigir un país. Habría que decirle que las historias que escribe Juan Carlos Girauta están bien para codearse con “grandes” historiadores como Jiménez Losantos (que plagió al cuñado de Azaña en su libro sobre el ex-presidente) o alguno de esa cuerda fascistiode. Pero no son verdad, ni están admitidas por los historiadores de verdad, ni por la realidad de los hechos. Vamos que son mentiras que Rivera, como no lee y sólo se dedica a ir al gimnasio para charlar con los venezolanos de la oposición, pues mete la pata.
Y así se lo han recordado Carmen Calvo y Adriana Lastra entre más de 400 comentarios contrarios. “Rivera comete el mismo error que Gallardón en su día: el voto de las mujeres se alcanzó en las constituyentes de 1931por el voto favorable de los y las socialistas” le ha contestado la ex-ministra socialdemócrata.
Rivera comete el mismo error que Gallardon en su día: el voto de las mujeres se alcanzó en las constituyentes de 1931 por el voto favorable de los y las socialistas. La derecha se equivoca. Rectificación. pic.twitter.com/tRvVzDWeIr
— Carmen Calvo (@carmencalvo_) April 30, 2018
Ángeles Álvarez, conocida feminista y que se ha empapado de historia de las mujeres desde Lilith, también le ha recordado al dirigente naranja que ha vuelto a meter la pata: “Jajaja! Campoamor lo dejó por escrito: el diputado socialista Sr. Cordero consiguió los votos ‘que salvaron el sufragio femenino’. (El voto femenino. Mi pecado mortal. Clara Campoamor). ¡Quizás estaría bien que Cs lea las actas del Congreso y los escritos de Campoamor!”. Tremendo zasca con recomendación bibliográfica.
Jajaja! Campoamor lo dejo por escrito: el diputado socialista Sr Cordero consiguió los votos “que salvaron el sufragio femenino” . ( El Voto femenino. Mi pecado mortal. Clara Campoamor ) . ¡Quizás estaría bien que Cs lea las actas del Congreso y los escritos de Campoamor!
— Angeles Alvarez (@AAlvarezAlvarez) April 30, 2018
Pero como en toda organización estalinista o fascista, el culto al líder está muy presente y no falta la lista, porque en este caso es mujer, que salga a defender al vapuleado. La pena es que acaba metiendo la pata aún más que su jefe demostrando una incultura similar a él. Patricia Reyes, ante el recordatorio de Carmen Calvo, le ha espetado a la ex-ministra que: “La socialista V. [de Victoria] Kent fue la más dura oponente al sufragio femenino. Decía que las mujeres no tenían criterio porque no votarían lo que su partido quería. Por suerte el liberalismo progresista y feminista de Campoamor venció a su sectarismo”. Cierto que Victoria Kent se negó al voto femenino por creer que las mujeres estaban bajo el influjo de los maridos y la Iglesia. Nunca dijo que no harían lo que dijese “su” partido, el Partido Republicano Radical Socialista (un partido liberal con progresista), ¡¡¡NO EL PSOE!!! Porque jamás militó Kent en el PSOE, ni se consideró socialista sino republicana y liberal. Por eso, al dejar el PRRS se pasó al liberal y progresista Izquierda Republicana de Manuel Azaña. Ni fue, ni quiso ser socialista. Y es tan sencillo como leer un poco. Una metedura de pata tremenda la de Reyes que la deja como una inculta total. Victoria Kent era liberal progresista, no socialista. O sea, una igual que las que abarrotan Ciudadanos.
Repase la historia, @carmencalvo_:
La socialista V. Kent fue la más dura oponente al sufragio femenino. Decía que las mujeres no tenían criterio porque no votarían lo que su partido quería.
Por suerte, el liberalismo progresista y feminista de Campoamor venció a su sectarismo. https://t.co/PStl2yGkpm
— Patricia Reyes (@PatriciaReyesCs) April 30, 2018
Si es que si no saben para qué se meten que decía la canción. Por cierto, una imagen donde se ven los votos de los partidos respecto al sufragio femenino durante la constituyente de 1931. Contiene algún pequeño error, de uno o dos votos, pero en general es correcto.