Hace pocos días se advertía en estas páginas que el PP, particularmente el de la Comunidad de Madrid, estaba expresando un discurso reaccionario más similar al del período de entreguerras del siglo pasado que al lógico y normal de 2020. Una vuelta a los orígenes del AP/PP de los “siete magníficos” ministros franquistas alejándose de lo normal en un partido que se dice liberal-conservador –lo cual es una contradictio in terminis u oxímoron-, con una ideología diseñada por las fauces de José María Aznar en FAES –ese amor a la nueva derecha à la Alain de Benoist-. Hablar de trumpismo es hacer un feo a los años de esfuerzo de numerosos intelectuales europeos de la nueva derecha de los que el ex-presidente del Gobierno ha sido amable patrocinador en su fundación. Ese reaccionarismo está trufado de xenofobia como es lógico y es lo que vienen expresando Isabel Díaz Ayuso, ya se dio cuenta aquí de ello, como el consejero de Sanidad Enrique Ruíz Escudero.
Ruíz Escudero ha querido establecer una correlación entre las entradas de extranjeros por el Aeropuerto Adolfo Suárez de Barajas y los contagios de extranjeros en Madrid. Por eso ha explicado en el periódico cavernario ABC que la culpa del aumento de infectados por coronavirus es por culpa del supuesto no control aeroportuario. También ha añadido que el 40% de los infectados en la Comunidad de Madrid son “no nacidos en España”. ¿Existe correlación alguna? En principio no porque los extranjeros residentes en Madrid, en su mayoría, si tenían previsto volar a sus países de origen cancelaron los vuelos por culpa del coronavirus. Es posible que los extranjeros europeos no lo hayan hecho pero ¿no dicen que los demás países sí toman medidas en los aeropuertos? Entonces quienes volviesen a sus hogares, por muy extranjeros que sean, vendrían limpios. Eso o es que hablan sin sentido. O las dos. No existe correlación entre las entradas por el Adolfo Suárez y el 40% de contagios en extranjeros. Es más ¿qué pasa con el 60% de nacidos en España? ¿No viajan? ¿No se mueven? De forma estólida Ruíz Escudero o bien reconoce que los madrileños van infectado por toda España, o bien está señalando a las demás comunidades como focos contagiosos. No sólo no hay correlación sino que la culpa es de los demás.
No hay correlación entre un aeropuerto y los contagios de “no nacidos en España” en la comunidad de Madrid. De hecho en Extremadura no hay aeropuerto internacional y están como están. La frase del consejero, que le nombraron para privatizar y no para gestionar, es primeramente xenófoba. Criminaliza a un grupo de personas por no haber nacido en España como posibles contagiadores, como posibles personas que no se comportan de forma correcta y sanitaria –debe ser que no ha visto a borjamaris y demás especímenes de la derecha sin mascarilla o con ella en el codo-, como personas que deben quedar excluidas de la comunidad por ser inferiores. Ya dijo IDA que en los barrios del sur, los de la clase trabajadora, vivían personas con otras culturas y costumbres… Una justificación racista para proclamar los bantustanes de restricción de movimientos como los racistas del gobierno sudafricano en tiempos del Apartheid. Pieter Botha estaría orgulloso de estos seguidores madrileños. Aislamiento a los “no nacidos en España” y a la clase trabajadora –cuyas manifestaciones ahora no son una muestra de libertad, por cierto-.
Xenofobia por criminalizar al extranjero a lo que hay que añadir que la frase “no nacidos en España” tiene un carga racista, de señalamiento de personas como raza inferior (por tanto no-personas) aunque posean la nacionalidad española. Ruíz Escudero ha señalado a españoles y españolas como razas inferiores, como infectos, como no-personas, de igual forma que los nazis señalaban a alemanes de siglos como no-personas por ser judíos. Es abyecto que un consejero de una democracia señale a compatriotas por su origen (da igual raza, religión o nación). “No nacidos en España” criminaliza a los extranjeros en general y a nacionales de forma doble. Una especie de “no deberíais tener la nacionalidad española pues no sois dignos de ella”. Ruíz Escudero se sitúa en una posición supremacista y clasista. Él cree tener la auctoritas de señalar quién es persona o no y quién es superior a los demás. En su caso, inconsciente o conscientemente, como persona de derechas, “españolazo” y capitalista es no sólo la clase dominante sino la raza superior. Y nadie tiene la valentía de pedir su dimisión por tal xenofobia y racismo de corte parafascista.