El Buque de Salvamento y Rescate de la Armada “Neptuno”, comandado por el Capitán de Corbeta David Mínguez Carralero activa la situación de Babor y Estribor de Guardia a las 5.15 horas del día 27 de Junio de 2018 con toda su dotación a bordo más los comisionados, entre los que se encuentran de visita los Alféreces Alumnos médicos Agulló, Ambrona y Ojeda, para comenzar su salida a la mar a las 6 horas. Como es habitual en estos casos, la precisión en las distintas secuencias es rigurosa cumpliendo los protocolos establecidos para la ocasión.
El buque con base en la Estación Naval de La Algameca de Cartagena se dirige lentamente a las cercanas aguas de Mazarrón con objeto de participar en el ejercicio “Cartago 2018”. Tras casi dos horas de navegación, el “Neptuno” llega al punto establecido para, en un perfecto engranaje de todo su componente humano y en coordinación con el resto de unidades participantes en las maniobras, ofrecer seguridad y vigilancia al submarino “Tramontana” para que éste pueda posarse a una profundidad de 40 metros.
Cumplidos los trámites de disuasión de las embarcaciones que navegan por las proximidades de la zona, el “Neptuno” localiza la ubicación del “Tramontana” mediante el lanzamiento de una bengala de humo blanco procedente del lanzabombetas del sumergible. Una vez marcada la posición, el “Neptuno” fondea empleando las anclas de proa y popa, en una sonda de 40 metros.
Es entonces cuando el CC-Comandante del “Neptuno” ordena el arriado del denominado ROV –Vehículo operado remotamente- que puede alcanzar hasta los 600 metros de profundidad. La inmersión del ROV es seguida atentamente por los mandos desde el laboratorio del Servicio de Buceo del “Neptuno”, culminando su misión al conectar el “andarivel” al submarino que servirá de mensajero para guiar las mangueras de ventilación hasta la cubierta del sumergible.
Otro hito en el devenir diario del “Neptuno” es el Zafarrancho de buceo ordenado por el Comandante del buque. En este sentido, el Oficial de buceo, el Teniente de Navío Jorge Rúa, imparte el imprescindible briefing de buceo, requisito necesario para todos los buceadores antes de introducirse en las profundidades de “Neptuno”. En torno a su jefe y en medio de un silencio absoluto, los buceadores reciben atentamente las instrucciones de su superior, quien procede a recordar en qué consiste la misión y los procedimientos a seguir, todo ello con objeto de proporcionar 10 minutos de ventilación al “Tramontana”, que previamente abrirá sus válvulas para recibir el necesario aire. Aquí, dice el TN Rúa, “las comunicaciones son importantes y escuetas” para el desarrollo de la actividad.
La última maniobra de la jornada pasa por la inmersión del ROV “Scorpio” para el suministro del POD a través de la escotilla de proa. El POD es un contenedor estanco que sirve para proporcionar suministros diversos de emergencia al submarino.
A la finalización, el “Neptuno” levanta el fondeo, comunica al submarino la situación de buques de superficie antes de que levante posada, y comienza regreso a puerto base.