Un total de 93.094 alumnos y alumnas de 491 centros docentes sostenidos con fondos públicos han participado el pasado curso en el programa aulaDjaque, puesto en marcha en 2017/18 por la Consejería de Educación con el objetivo de dar a conocer los beneficios de la práctica y enseñanza del ajedrez en el ámbito educativo. Para ello, la Consejería ha formado al profesorado de los distintos niveles educativos para que puedan implementar el ajedrez como una herramienta pedagógica en el aula, de forma que sea utilizada para ayudar al alumnado en el desarrollo de sus habilidades cognitivas y socioafectivas. En esta primera edición del programa se han implicado casi 5.800 docentes.
El juego del ajedrez favorece, entre otras capacidades, la memoria, la concentración, la toma de decisiones, la reflexión, la visión espacial o el razonamiento lógico-matemático. Asimismo, desde un punto de vista emocional la práctica de este juego ayuda a reconocer los errores, a no buscar excusas, a obtener un sentido de logro y una mayor autoestima o a llevar la iniciativa cuando es preciso, y todo ello tanto dentro como fuera del tablero.
Dentro de esta estrategia educativa, se desarrollan distintas acciones en el ámbito de la cultura del juego-ciencia que favorezcan la alfabetización ajedrecística y la creación de nuevos espacios para el ajedrez escolar. Así, aulaDjaque contribuye a que los estudiantes conozcan las múltiples manifestaciones que este juego tiene en el arte, la ciencia, la literatura o la inteligencia artificial.
Cada centro puede desarrollar el programa de la forma que mejor se ajuste a sus necesidades y características, tanto de forma transversal en varias áreas como de modo independiente y siempre en horario lectivo. En la práctica docente, el ajedrez puede relacionarse con todas las competencias clave. Así, en la competencia matemática, el llamado ‘rey de los juegos’ ayuda a aplicar los principios y procesos matemáticos en distintos contextos. El juego-ciencia integra un espacio (el tablero), un material (piezas) y un tiempo (secuencia de jugadas y turnos) que permite que el docente pueda plantear problemas y elaborar didácticas matemáticas como por ejemplo la multiplicación.
En la competencia social y cívica, la enseñanza-aprendizaje del ajedrez en el aula desarrolla las habilidades sociales del alumnado, mejorando su relación con el entorno y favoreciendo el diálogo y la resolución de conflictos, mientras que en la competencia lingüística, la práctica de este juego favorece la comprensión lectora del alumno.
La Consejería de Educación ha puesto a disposición de los centros recursos y materiales como guías didácticas, vídeos explicativos de piezas, libros para el alumnado adaptados a cada nivel o aplicativos para las pizarras digitales o tableros murales. El programa también cuenta con el asesoramiento de un grupo de profesionales expertos en ajedrez educativo y dispondrá de un espacio en la plataforma Colabor@, desde donde se puede acceder a todos estos materiales y que permite la interacción entre todos los docentes participantes.