La presidenta de la Junta de Andalucía ha dejado a los pies de los caballos al dirigente de Ciudadanos Albert Rivera. El populista del establishment había justificado la negativa de su partido a apoyar el proyecto de financiación autonómica andaluz, mediante alusiones falsas de subida de impuestos. Curiosamente, como ha afirmado Susana Díaz, es un proyecto que cuenta con el apoyo de 100 de 109 diputados del Parlamento andaluz. Esto es, todos menos los diputados naranjas.
Tras una visita al colegio de Educación Infantil y Primaria Maestra Caridad Ruiz de La Algaida, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Díaz ha pedido a Ciudadanos, única formación que no ha rubricado el documento, «que hagan una reflexión» y se sumen a la defensa de Andalucía. Pero, con el conocimiento de las declaraciones de Rivera, la presidenta, que se huele que le quieren cortar el césped bajo sus pies desde el cuñadismo ideológico, ha salido en tromba como sólo ella sabe. Por eso ha pedido al dirigente naranja que no mienta “para justificar que se ha quedado solo en el parlamento” respecto a la financiación. Porque, aunque en la mente de Rivera no llegue a encajar la realidad, “es falso que aparezca en el documento una subida de impuestos”.
Es lógico que, dentro de ese cuñadismo ideológico de querer a todas, dentro de ese populismo del establishment, quiera justificarse ha dicho la presidenta. Así, explicándoselo con pausa para que lo pueda entender, le ha recordado que en el proyecto lo que “aparece es una defensa clara y nítida de que Andalucía tiene que recibir aquello que le corresponde y que hay 220.000 andaluces que están fuera del sistema de financiación”. Y por si no fuera bastante, le ha lanzado una puya, un golpe a la boca del estómago, para destruir su demagogia y populismo, al descubrir que el documento que ha presentado Ciudadanos (de una gran mediocridad legislativa y jurídica como se denuncia día tras día) lo que defiende es el “principio de ordinalidad, que es lo que han defendido siempre los nacionalistas catalanes, que las comunidades más ricas reciban más y las que no, menos”.
Por otra parte, ha asegurado que la convocatoria y fecha de elecciones autonómicas se deciden desde Andalucía «no en Madrid» y se ha mostrado partidaria, asimismo, de que la reforma electoral andaluza se haga «desde el consenso de todas las fuerzas políticas» ya que así se «fortalece la Democracia y las instituciones».
Por último, Susana Díaz ha reiterado su apoyo personal y del Gobierno autonómico a la demanda de los pensionistas de revalorización de las pensiones, así como de que estas sean públicas. Para la presidenta, se trata de una reivindicación «justa», sobre todo si se tiene en cuenta que han sido los abuelos y abuelas «en todo el país los que han sacado adelante a familias enteras» y han contribuido a la economía, «llenando las despensas, recogiendo en sus casas a sus hijos, y todo ello con sus pensiones».
Díaz ha reconocido la pérdida de valor adquisitivo de este sector de la población, por eso, ha añadido «lo que piden es de justicia, que se equipare la subida de las pensiones a la del IPC, que se garanticen y que sean públicas». La presidenta ha denunciado que el Gobierno central «ya ha vaciado la caja de la Seguridad Social» y ha subrayado que en el país «no habrá recuperación» hasta que «las heridas y cicatrices de la crisis no se sanen y sellen».
En este sentido, ha insistido en su demanda de que la creación de empleo vaya asociada a la recuperación de salarios dignos. Esto, ha dicho, contribuirá además a la defensa de la igualdad. Susana Díaz ha lamentado que Mariano Rajoy no se sume a la huelga convocada el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. «En la defensa de las mujeres y la igualdad o se está, o no», ha dicho la presidenta andaluza, para la que no caben términos medios en una lucha que es de justicia.