Con la llegada de la caló de agosto El Correo TV deberá irse a negro y despedirse de sus telespectadores sevillanos. La emisora que Antonio Morera Vallejo le compró a un empresario de Huelva, adjudicatario en su día de la licencia en Sevilla, deberá desaparecer en tanto que la Junta de Andalucía ha resuelto hace semanas el decreto de concesión de la nueva configuración de las estaciones de televisión digital o para ser más exactos y rigurosos “Licencias para la prestación del servicio de comunicación audiovisual televisivo privado de carácter comercial de ámbito local en Andalucía”
Supervisando todo el desarrollo del concurso el vicepresidente y consejero de Presidencia Manuel Jimenez Barrios, de quien depende la política de comunicación del ejecutivo de Díaz.
La primera adjudicación fue invalidada por el Tribunal Supremo y es por esta razón por la que se convocó un nuevo concurso cuyo resultado final ha sido distinto al primero.
Analizando las concesiones del consejo de Gobierno del 19 de junio pasado presidido por Susana Díaz y los nombres de los empresarios/empresas afortunados con las adjudicaciónes, a la primera conclusión que se llega es que en tres décadas nada ha cambiado en la Junta respecto a la política de concesión de licencias de medios audiovisuales.Una competencia exclusiva de la administración autonómica desde 1982 con Rafael Escuredo.
Entre otras cosas tampoco varía mucho que estas decisiones siempre se toman días antes de las vacaciones de julio y agosto, de ahí que el asunto quede fuera de la polémica social, solo para comentarios entre la gente del sector.
Nuevamente estamos ante el típico reparto ‘entre col y col, lechuga’, o sea en este caso la lechuga son los amigos cercanos o de conveniencia para el partido o a los intereses políticos de dirigentes del propio PSOE. Aunque en esta ocasión también el PP parece que ha sacado su tajada a través de su gente amiga. segun cuentan en El Observador.
De igual forma que sorprende el que se le haya adjudicado a una entidad religiosa (adventista) una cadena de frecuencias por toda la región. ¿Solo una confesión religiosa ha accedido a un bien escaso como son las frecuencias de Tv?
Choca igualmente ver como se le otorga licencia de TV a uno de los principales enemigos mediáticos que desde el oriente tuvo el proceso autonómico andaluz que desembocó en el 28F.
No sorprende tanto que irrumpa con fuerza por el número de concesiones en el mundo televisivo el Grupo Información, (Publicaciones del Sur S.A.) propiedad de los empresarios José Antonio Mallou y Severiano López Martín, quienes han asumido la línea editorial progubernamental del frustrado proyecto de 8TV, canal inaugurado en su día por Joaquín Durán, subdirector de la RTVA, en la que iba a ser un Canal Sur en pequeñito y privado.
Pero ¿Se han creado puestos de trabajo?
Pero al margen de las cuitas, mamoneos y arreglos que se han ocultado históricamente en este tipo de concursos y adjudicaciones, la gran pregunta que hay que hacerse, puestas como están las cosas, es cuántos puestos de trabajo ha creado realmente la política de concesiones audiovisuales de la Junta de Andalucía desde 1982 en nuestra comunidad y, cuántos, se deberían haber creado realmente. Sería muy sencillo hacer las cuentas aproximadas, bastaría con sumar los puestos de trabajo que se aseguraba se iban a crear en las peticiones de licencias por parte de los operadores y, a renglón seguido, sumar los que realmente se han creado con datos de oficiales de Empleo, donde se hayan creado. El amigo asturiano Blas Herrero (también beneficiado en este concurso de TV) se le adjudicó una cadena regional entera de 12 emisoras de FM por toda Andalucía y las convirtió en repetidores, emitiendo desde Madrid su producto musical Kiss FM, gran parte de la programación realizada mediante un ordenador. Previamente se las alquiló a Uniprex (Onda Cero) en uno de los contratos más caros, raros y escandalosos de la historia de la radio comercial privada. Fue la época de Aznar, Villalonga, Admira, Telefonica…
Solo en el ámbito radiofónico, que es el que más conozco, estoy convencido que, de haberse cumplido con la literalidad de los decretos, el paro en el sector de la comunicación sería infinitamente inferior al que hoy padecemos, mientras las facultades siguen fabricando jóvenes comunicadores que, o se marchan fuera o acaban en un McDonald o repartiendo pizzas.
Imaginen el número de puestos de trabajo a crear en el apartado televisivo, emisoras que para poder cumplir la función social a la que se han comprometido al concursar, no pueden hacerlo con un solo trabajador, emitiendo cansinas repeticiones, documentales caducos, películas gratuitas de Youtbe que rezuman violencia y machismo o enganchados al satélite y al tarot. Un zapeo al dial de nuestra TDT es el ejercicio más recomendable para poder comprender una política de concesiones donde se ha pensado más en el negocio o los compromisos de algunos que en los intereses generales de los andaluces. No siempre el que pide la licencia y es adjudicatario la acaba explotando, normalmente la alquila o la traspasa como si fuera un taxi o un estanco. Eso, para mucha gente, en el campo de los medios se llama corrupción política, aunque sea un empresario o un consolidado grupo de comunicación el que mercadee y subarriende las frecuencias para emitir teletiendas y sanear su cuenta de explotación. La Junta está para que la Ley se cumpla, y sino que se lo pregunten al histórico radiofonista almeriense Andrés Caparrós contra el que ha actuado de forma implacable.
Según Antonio Morera su problema con la Junta se circunscribe a un defecto técnico, procedimental, el no haber presentado un CD con la documentación en pdf exigida en el concurso. El empresario de seguros y reaseguros presentó su solicitud para ser licenciataria en las nueve demarcaciones para las que se presentó en el concurso convocado en agosto de 2016: Dos Hermanas, Estepa, Huelva, Lepe, Málaga 1, Málaga 2, Marbella, Sevilla 1 y Sevilla 2.
Es posible que formalmente ese sea el clavo ardiendo al que la Junta de Andalucía y sus responsables políticos se han agarrado para dejar fuera de juego a Antonio Morera. Llegados a este punto cabe preguntarse si la administración socialista ha sido o va a ser tan rigurosa, escrupulosa y formalista como lo ha sido con Morera y sus solicitudes de frecuencias en todos aquellos concursos que de ella dependen. Desde luego si tomamos como referencia la hemeroteca de estos años y muchos sumarios judiciales no parece que esa haya sido una práctica habitual de este y anteriores gobiernos de la Junta.
Por tanto, apúntenme en la lista de los que no se creen que esto sea solamente una cuestión burocrática de un CD extraviado en un cajón del Cortijo de La Gota de Leche, sede del imperio Morera. Mucho me temo que, en el fondo, estemos asistiendo en directo a un fenómeno muy extendido en la historia reciente de nuestra tierra. Los habitantes de la Junta son los que, con sus decisiones políticas, deciden quien no es o quien puede ser empresario del sector de la comunicación. ¿No le colocaron a Alfonso Gallardo, el rico el chatarrero extremeño amigo de Rodriguez Ibarra, el que quería un oleoducto por Doñana, la prensa regional del Grupo Prisa por nueve mil millones largos de pesetas?
No nos engañemos, porque existan más medios no aumentará el pluralismo y la calidad de la información que se transmite al ciudadano desde canales públicos en concesión. El único problema es que, gran parte de lo que supone mantener ese modelo de teles sin audiencia, lo soportaremos los ciudadanos y ciudadanas con nuestros impuestos, vía publicidad o convenios institucionales. Imaginen a qué intereses se sirve en esos casos. Pues eso.
Nota 1:
Mi solidaridad y apoyo a los compañeros y compañeras de ‘El Correo TV.’
Qué les voy a contar que ellos no sepan, víctimas y supervivientes de tantas guerras injustas. ¡Mucho ánimo y mucha suerte amigos!
Nota 2:
No he visto ninguna nota ni nada de la Asociacion de la Prensa de Sevilla sobre este tema, tan oportuna siempre en sus tomas de posición en apoyo de los profesionales del periodismo.