Intentan ser graciosos pero al final la chanza pierde sentido por su propia forma. No lo han pensado así en Ciudadanos que han comparado a Susana Díaz con un colchón viejo que hay que cambiar. También con un cepillo de dientes o un coche. Mientras Juan Marín estaba degustando de gañote platos de jamón de bellota, ese mismo jamón que muchos andaluces y andaluzas no han podido degustar, salvo en muy contadas ocasiones con suerte, por las políticas capitalistas que propugnan en la formación naranja. Es la muestra, una vez más, del doble juego de Ciudadanos, que se venden como personas sencillas cuando están trabajando para el Ibex-35.
Ya afirmaron no hace mucho que querían enseñar a las andaluzas y andaluces a pescar (como si en Andalucía fuesen todas las personas tontas), ahora les quieren enseñar a votar y a gastar. Quieren enseñarles a cambiar de voto como se cambiar de colchón porque siguen pensando en su foro interno que la ciudadanía andaluza es estúpida. Hay que tener en cuenta que la campaña y las órdenes llegan de Madrid/Barcelona, no son creación de Marín y su equipo (que no pintan nada), y en la sede central de la calle de Alcalá se piensa que Andalucía es una rémora y un gasto que perjudica a los empresarios que les apoyan.
Sin embargo, han cometido un error en Ciudadanos. Incluso pudiendo parecer que el marketing electoral que quieren transmitir es novedoso o gracioso, han perdido la perspectiva del poder de marca. Es sorprendente que estas gentes de Ciudadanos que tan listas se venden, y tan preparadas en la cosa de las empresas, no se hayan percatado de esa cuestión tan simple y que se vuelve en su contra. Si un “consumidor” está contento con una marca, cuando gasta el producto, suele recurrir a la misma marca de nuevo. Tanto con un modelo más moderno (caso de coches o móviles) como por un producto de la misma marca. Por ello desde el PSOE le podrían decir que ellos y ellas han cambiado como las marcas los modelos. Desde el modelo Rafael Escuredo hasta Susana Díaz han pasado los modelos José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y José Griñán. Los andaluces están encantados con la marca PSOE y sus modelos podrían decirles.
Si realmente hubiesen estudiado en las grandes escuelas de negocio y todas esas universidades de relumbrón sabrían que algunas marcas (tipo Apple) han generado un efecto de comunidad, de pertenencia que es complicado romper. Han probado con esa marca que les da satisfacción y consumen todos sus productos. Así que para cambiar hay que ofrecerles otro tipo de identidad de marca. Una identidad que Ciudadanos no ofrece por chulería y prepotencia con Andalucía. No es que el colchón naranja sea mejor, desde luego en Valdemoro (quebraron el Ayuntamiento) y Arroyomolinos (se han corrompido) creen que no, es que es un colchón que no te va a proporcionar ningún placer. El discurso del odio y la España homogénea no casa, no genera satisfacción en una Andalucía orgullosa de ser lo que es y no tener que elegir entre su doble identidad andaluza y española. Por lo tanto, llamar colchón a Díaz no es que sea una buena estrategia sino todo lo contrario. Y la próxima vez contraten a alguien que realmente haya estudiado y sepa.