En la situación de crisis actual, con una inflación desbocada y las consecuencias de la pandemia aún candentes en las distintas economías, los gobiernos de los diferentes países se están viendo obligados a incrementar su endeudamiento para poder hacer frente al aumento del gasto público.
República Dominicana no es ajena a las consecuencias del actual escenario internacional. No obstante, Luis Abinader está asombrando al mundo con la radical reducción de la deuda externa que está consiguiendo con una gestión en la que no se han aplicado políticas de austeridad presupuestaria.
Los últimos datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) así lo muestran. Las cifras publicadas señalan que en el año 2020 la deuda externa de República Dominicana estaba situada en un 56,4% del producto interior bruto (PIB). En sus primeros dos años de gobierno, Abinader ha logrado reducir ese porcentaje aproximadamente un 10%. Es decir, que, a pesar de la pandemia y de las consecuencias de la guerra en Ucrania, el gobierno dominicano ha conseguido rebajar una deuda que cuesta muy cara al pueblo, dado que no es sólo devolver el capital principal, sino que, además, hay que pagar intereses.
Por otro lado, Abinader ha conseguido frenar una deriva deudora que inició Leonel Fernández y continuó Danilo Medina. En concreto, cuando el actual presidente de Fuerza del Pueblo, entonces líder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), llegó al poder en 2004 la deuda externa del país estaba situada en un 34,7% del PIB.
A partir de ese momento ya no paró de crecer. En 2012, cuando finalizó el mandato de Fernández y le sucedió Danilo Medina, la deuda ya se encontraba en el 34,9%. En 2020, cuando Abinader llegó al poder había alcanzado el 56,4%.
El actual presidente dominicano ya señaló que se había encontrado con un grabe problema de endeudamiento. «Es preciso señalar, para que el pueblo dominicano se entere, que la política de endeudamiento indiscriminado practicada por los gobiernos anteriores generó obligaciones de pago del capital en nuestra gestión por un monto de 4.767 millones de dólares. Y si a esto sumamos los intereses de dichos préstamos, el monto que nuestra administración ha tenido que pagar de deudas que no ha contratado, y en medio de la peor crisis que jamás hayamos vivido es de un total de 7.340 millones de dólares. Para que quede claro, cerca del 60% de la deuda que hemos tenido que contratar ha sido para honrar compromisos asumidos por otros gobiernos. El pasado que hoy nos pide explicaciones, son quienes tienen que darlas», afirmó Luis Abinader.