No es que tenga razón el presidente del FC Barcelona cuando se queja, como hacen los delincuentes políticos en general, de que existe una conspiración contra su equipo. Ese victimismo cuando es obvio y patente que se han pagado millonadas al ex-vicepresidente del CTA, lo que se conoce como el caso Negreira, pues no cuela. Como cuando pillan al tito Berni, a M. Rajoy o toda esa manada de fariseos que hay en la política y dicen que no han hecho nada, que es todo una conspiración de sus enemigos. Por suerte no es del PP y no tendrá que temer por su pronta muerte. Nada de accidentes, muertes en habitaciones de hotel o suicidios.
Mientras está haciéndose la víctima se la están jugando por detrás. Florentino Pérez mientras le pasa una mano por la espalda, por aquello de la Superliga, está clavándole cuchillos con la otra. Por si no fuera poco, está echando una pierna al lado para ver si hay suerte y Joan Laporta, con esa barriga, logra el vídeo de leche más graciosa de La Liga. Tiene la suerte de que en el campeonato nacional tiene casi hecho el tramo más complicado y podrá campeonar, pero… ¿y en la Copa? Porque ahí, el supuesto enemigo, que le han buscado desde el periódico de la nobleza catalana y mallorquina (ojo que los March vuelven a codearse con el señor de las autopistas), no pinta nada.
Luis Rubiales, en términos generales, no ha dicho gran cosa respecto al caso salvo señalar a Ángel María Villar. Tiene una pelea profunda (mandó a Matallanas al ataque) con Javier Tebas. Pero sigue controlando a los árbitros. Ya se vio cómo le puso alfombra roja al Real Madrid en su partido frente al Atlético de Madrid. Y una vez garantizado el puesto culé en Supercopa, igual le tiende la mano de nuevo al nacionalmadridismo con tal de que dejen de señalarle por la baja calidad de los árbitros y las sanciones ominosas por decir la verdad: que los árbitros en España actúan condicionados dentro de una calidad ínfima, especialmente en el VAR.
La miel en los labios con una primera victoria en el Bernabéu para lograr una gran audiencia en el segundo partido. Mucho más cuando es en plena Semana Santa y habrá más gentes pendiente. Un partido de máxima expectación para… ¡zas! Darle un garrotazo en el cogote. Y cuando esté atontado actuar contra el FC Barcelona desde UEFA. Que igual lo merece por el caso Negreira (faltan más cosas por salir según fuentes fidedignas), pero que podría ser más duro de lo esperado. Todos van a intentar salir con las manos limpias cuando las tienen más ennegrecidas que Laporta y demás compinches. Y nada mejor que calzarse al culé que se ponga por delante. El próximo candidato será del gusto de Madrid, eso no lo olviden.
Post Scriptum ¿Quién se quejó ayer de los árbitros para el Clásico del miércoles? Pues eso.