En el PSOE no mucho tiempo ha, cualquiera que se autocalificase de socialdemócrata ya sabía que le iban a colocar detrás la calificación “de mierda”. Quien más recibió ese apelativo en tiempos fue Antonio M. Carmona y no lo llevaba mal, sabía que era una tradición en el partido. Hoy a Carmona le llaman traidor y se autocalifican socialdemócratas sin irritarse. Cierto es que el PSOE siempre ha hecho políticas socialdemócratas pero mantenía esa tradición. Una tradición que deberían aplicar en Vox y el PP para sus dirigentes máximos, no llamarles socialdemócratas sino ponerles al lado de liberal el calificativo “de mierda”. Porque otra cosa no, pero liberales de mierda sí que son por lo que verán a continuación.
Resulta que ambos partidos en sus programas económicos llevan incluidos como principios fundamentales el apoyo al mercado libre, a la economía de mercado sin ningún tipo de cortapisa, es más, como buenos seguidores de Hayek, Friedman y Popper, desean una sociedad abierta donde la libertad sea plena y sean al final las instituciones del mercado las que formen la sociedad de individuos por obra y arte de las fuerzas autónomas. De ahí que apoyen tanto a la sociedad civil (aunque ésta se haya constituido a las tetas del Estado) frente al minotauro estatal. Estado mínimo y libertarismo social. Eso lo dicen en la parte económica porque en la parte social dicen otra cosa sin pensar que hay contradicción. Pero como lo que importa aquí es la parte económica hay que quedarse en que ambas formaciones son ultradefensoras de capitalismo libre.
Intervenir la economía ¡sacrebleu!
Lo paradójico es que en sus actuaciones y discursos sobre cuestiones políticas concretas no defienden el mercado libre, es más llegan a quejarse del mismo. Tómese el caso del precio de la luz. Pablo Casado ha prometido bajar el precio de la luz quitando los impuestos (impuestos de uso que son los que los liberales clásicos llevan defendiendo toda la vida porque no perjudican a las empresas), el problema es que el precio es autorregulado por el mercado mediante las subastas energéticas, además de depender de factores coyunturales y de otros tipos de precios de materias primas. Realmente la factura de la luz bajaría uno o dos euros sin los impuestos siempre y cuando el mercado se mantuviese constante. Y como nadie puede asegurar eso, incluso podría bajar per se, la propuesta de Casado detraería dinero para la seguridad de los españoles (ya que les preocupa tanto), sin saber si bajarían los precios. ¿Piensan ustedes que no se estabilizarían los precios a lo habitual con impuestos aunque se quitasen? Quien piense lo contrario no ha trabajado en una empresa… ¡Ah que Casado no lo ha hecho en su vida! Ni ha estudiado los precios.
Santiago Abascal ha prometido intervenir el mercado si los precios no bajan, porque es un poco más listo que Casado y sabe que quitando los impuestos (también lo harían en Vox) el precio no se arreglaría. ¡Un liberal interviniendo un mercado contra lo prometido en su programa electoral! Su amigo Axel Kaiser creo que frunciría el ceño. También desde el PP se ha valorado esta intervención, no saben cómo, pero la han valorado. En realidad no lo harán porque dependen de la publicidad de las energéticas a los medios que les dan cancha y apoyo. Doble mentira por tanto. Pero es curioso cómo en ambos casos, los dos dirigentes máximos, piden siempre dinero público para salvar ciertas empresas o para ciertos desarrollos, no permiten que sea el propio mercado el que se autorregule y que sobrevivan los más aptos o los que mejor se adapten. El PP robó a cientos de miles de familias sus ahorros para entregar los activos del Banco Popular al banco Santander y así salvarle.
Abascal pide constantemente dinero para que las empresas españolas tengan suficiente dinero para expandirse o sobrevivir. Es decir, que se regale dinero de todos los españoles a unos pocos para salvar empresas y no dejarlas caer en el mercado libre. Sean grandes empresas, medianas o pequeñas. Sean solventes en realidad o merezcan perecer. Porque de las últimas se llevan salvadas muchísimas empresas españolas y no pymes precisamente. Piden dinero para los autónomos. Si usted es de izquierdas o conservador-tradicionalista puede que hasta comparta salvaguardar las empresas españolas, pero que dos liberales pidan que se salven empresas y que se intervenga el mercado energético ¿no es contrario a sus postulados? Sí. Porque son liberales de mierda o…
Esbirros de la clase dominante
O no son más que muñecos de la clase dominante. En cuanto hay empresas grandes, o alguno de los dos equipos de fútbol que todos saben, allá que van a poner el dinero de todos los españoles. Si un autónomo se muere, les da igual. Se quejan de que los barrios o pueblos ya no tienen tiendas pero ocultan que ya no existen porque han sido los mayores impulsores de los grandes centros comerciales (los de Vox que estaban en el PP, se entiende) en virtud de los intereses de ciertos empresarios. En cuanto alguna gran empresa puede quebrar (como el caso de OHL de Villar Mir), allá que van a regarla de millones para que la agonía sea más lenta. En los pueblos, que también tienen lo suyo, en cuanto algún cacique o empresario dadivoso en las campañas lo pasa mal, se recalifican terrenos a la velocidad de la luz. Por eso quiere Casado que el dinero de la UE sea controlado por él o un grupo de expertos (vendidos a la clase dominante) y Abascal tampoco dice mucho en contra.
No son realmente liberales sino perfectos hacedores del capitalismo de amiguetes. Si fuesen liberales no se quejarían, dirían que mala suerte pero el mercado es así. Al final lo reducen todo a los impuestos y a los salarios de esclavitud porque ven que la transferencia de dinero de la clase media y la clase trabajadora a los empresarios ya no es suficiente para que sobrevivan. Hijoputismo en estado puro que dice algún columnista. De hecho ya no van a poder garantizar ni dinero a la Iglesia, de ahí que les permitiesen todas las inmatriculaciones habidas y por haber. Por mucho que digan en Vox que quieren unas empresas españolas potentes, al final el libre mercado que defienden entregan los beneficios a fondos de inversión extranjeros o plataformas. Los dos brazos del capitalismo actual, lo financiero y las plataformas (incluidas las digitales). Están para salvar lo que puedan de la clase dominante española y ya, ni las pymes, ni los caciques, por eso son unos liberales… de mierda.