Según se han hecho eco medios locales, Alberto Garzón ha sufrido un ataque contra su integridad física y de su esposa en el Rincón de la Victoria donde está pasando unos días de asueto y descanso en su domicilio familiar. Los hechos acontecieron en la propia urbanización donde reside el dirigente de Izquierda Unida al acercársele un hombre de cerca de 50 años para insultarle e increparle. Todo ello mientras iba acompañado de su pareja que se encuentra embarazada y a la espera de dar a luz en breve.
El detenido por la Guardia Civil habría, en un primer momento, insultado a Garzón y le habría acusado de “querer romper España” debido a su postura referente a los flujos migratorios y pidiéndole que acoja en su casa a las personas que van llegando. Sin hacer mucho caso el dirigente de izquierda prosiguió su camino y esta misma persona habría intentado agredirle. Parece ser que el agresor estaría bajo el influjo del alcohol cuando atacó al dirigente político.
El detenido está en dependencias policiales para tomarle declaración y que pase a disposición judicial se supone que por atentado contra la autoridad. Alberto Garzón no ha querido darle mayor importancia al hecho aunque el susto que se han llevado su esposa y él queda. Máxime en el estado en que se encuentra la pareja del dirigente de IU que tiene previsto dar a luz en el mes de septiembre y así sumarse a los nacimientos que tienen a Unidos Podemos en un vilo.
Según informan, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez se ha puesto en contacto con el diputado para preocuparse por su estado y el de su esposa, así como otros dirigentes de Izquierda Unida y Podemos. Un hecho más que sumar a la agresividad que están inoculando a la sociedad española los dirigentes de la derecha (PP y Ciudadanos) con sus marcados perfiles xenófobos y ultramontanos, sin pararse a medir las consecuencias que podrían tener esas declaraciones que rozan con el fascismo.