Andan los últimos días en el PP andaluz pegándose codazos, empujones y hasta mordiscos en los tobillos para parecer más casadistas que nadie, por apoyar con más fuerza y empuje que los demás al nuevo presidente del PP. Y el que más Juan Manuel Moreno Bonilla que ve peligrar su futuro más allá de las elecciones autonómicas, él que no tiene ni oficio, ni beneficio. Aunque peor lo tiene su amigo del alma Elías Bendodo en Málaga. Allí Francisco de la Torre y Esperanza Oña han vencido pues apoyaron a Casado en el último cónclave popular. Y si tenía alguna esperanza en que una victoria sorayista hiciese caer al viejo alcalde, hoy es casi imposible si no es de motu propio.
Elías Bendodo busca quien le quiera. Es el presidente del PP malagueño, ha dejado sin deuda a la Diputación Provincial, pero las diputaciones no molan tanto como las alcaldías, ser diputado estatal o quién sabe si poder ser candidato a la Junta de Andalucía. No supo jugar sus cartas apoyando al sorayismo y haciendo caso a Arenas y Moreno Bonilla y hoy se arrepiente. Eso sí, jura lealtad y amor indisoluble por Casado a todo aquel que le pregunta por la situación. Dice que el partido, después de la época de apertura y debate, está más unido que nunca tras el nuevo presidente. Con el que se lleva bien, o eso dice. Pero sabe en su fuero interno que le va a tocar penar cuatro años más como poco en la Diputación malagueña, si le eligiesen claro, porque el Ayuntamiento de Málaga, su verdadera ambición lo tiene vetado por esos cuatro años como poco. Cualquiera le dice a Casado o a Zoido, que parece que poco a poco se va convirtiendo en el verdadero peso pesado del casadismo en Andalucía.
Busca quien le quiera porque ve que su carrera política entra en barrena por haber confiado en sus colegas de la región, con esos mismos que se pega abrazos enormes con fuertes palmadas en la espalda. Ahora no llega a arrastrase como Moreno Bonilla, pero pide árnica por las esquinas argumentando que él no quería, que Casado es su amor secreto pero que no quería ver fracturado el PP andaluz y cosas parecidas. Aunque en el PP ya sabemos cómo las gastan con vídeos para destrozar al adversario. Dice estar pensándose seguir en la diputación, por lo que no se descarta que vaya al parlamento andaluz a la espera de un golpazo, que se avecina, de Moreno Bonilla y de esta forma saltarse a su amigo y poder disputar la jefatura andaluza. Sin Arenas en la sala de operaciones, y con Juanma hundido, quién sabe si podría hacerse perdonar los pecados.
Claro que el PP malagueño, salvo Oña, tiene una serie de momias del pasado que debería limpiar y que le perjudican a nivel mediático. De la Torre, mientras sea alcalde, que ya se verá porque tiene algunas partes de la ciudad abandonadas, seguirá mientras quiera porque para eso ha ganado. Pero el resto de los sorayistas están tan mal vistos, o más, que él. Tampoco es el PP un partido de grandes fracturas, son de tendencias libidinosas y de cambios de chaqueta rápida. El caso es estar en el poder de una u otra forma, así que no es de extrañar que Bendodo, en la orfandad en la que se encuentra, busque que le quiera mucho Casado. Aunque tenga que dejar atrás viejas amistades de años. Siendo así el que peor lo tendría es Juanma Moreno que cada vez tiene menos personas que le quieran. Elías busca quien le quiera porque políticamente el futuro es oscuro. Y su amor platónico se llama Pablo y se apellida Casado.